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Opinión | Ya empezamos, por Antón Losada

Don José la emprende con el comité de empresa

De las palabras a los hechos. El editor y propietario de El Día, don José Rodríguez Ramírez, venía avisando con lo poco que le gustan los comités de empresa y los sindicatos, mayormente los socialistas y comunistas. Lo ha puesto negro sobre blanco en varios artículos editoriales justo en el delicado momento que la empresa editora del periódico se enfrenta a una reducción de plantilla planteada por un killer puesto allí para esos traumáticos menesteres. Tiene sus motivos don Pepito para estar descontento con los representantes laborales, que intentan por todos los medios evitar una escabechina de puestos de trabajo, de negociar con la empresa una salida lo menos dolorosa posible. En vista de la imposibilidad de pactar algo, ambas partes han roto las negociaciones y hasta se habla de conflicto serio. En respuesta a esa ruptura, la empresa editora ha empezado a cortar cabezas en el comité de empresa. Uno de sus vocales ha sido objeto de un expediente contradictorio por supuesta mala praxis profesional a la hora de tramitar una carta de rectificación del Diputado del Común. La decisión va a tener su recorrido porque gracias a ese expediente nos hemos enterado, mira tú qué cosas, de los problemas que acucian a don Manuel Alcaide al frente de esa institución.

De las palabras a los hechos. El editor y propietario de El Día, don José Rodríguez Ramírez, venía avisando con lo poco que le gustan los comités de empresa y los sindicatos, mayormente los socialistas y comunistas. Lo ha puesto negro sobre blanco en varios artículos editoriales justo en el delicado momento que la empresa editora del periódico se enfrenta a una reducción de plantilla planteada por un killer puesto allí para esos traumáticos menesteres. Tiene sus motivos don Pepito para estar descontento con los representantes laborales, que intentan por todos los medios evitar una escabechina de puestos de trabajo, de negociar con la empresa una salida lo menos dolorosa posible. En vista de la imposibilidad de pactar algo, ambas partes han roto las negociaciones y hasta se habla de conflicto serio. En respuesta a esa ruptura, la empresa editora ha empezado a cortar cabezas en el comité de empresa. Uno de sus vocales ha sido objeto de un expediente contradictorio por supuesta mala praxis profesional a la hora de tramitar una carta de rectificación del Diputado del Común. La decisión va a tener su recorrido porque gracias a ese expediente nos hemos enterado, mira tú qué cosas, de los problemas que acucian a don Manuel Alcaide al frente de esa institución.