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Opinión - Un tercio de los españoles no entienden lo que leen. Por Rosa María Artal

Dulce Xerach respalda las tesis de Saavedra

Dimitido Casimiro Curbelo como senador, la dirigencia federal del PSOE lava su cara ante una situación verdaderamente incómoda en la que no se ha esperado por la resolución final del conflicto. Perdida la condición de aforado, Curbelo, su hijo y el otro acompañante tendrán que comparecer en los juzgados de la Plaza de Castilla, como vulgares ciudadanos de a pie. El PSOE canario, al que se acusa de guardar silencio, ha actuado entre bambalinas porque Casimiro Curbelo es un valor electoral insustituible en La Gomera, y no está precisamente el horno para bollos. Sólo una voz de peso se levantó, y no precisamente en su contra, sino en su defensa. Saavedra habló de puritanismo anglosajón, de un exceso de exigencias de responsabilidades políticas por un hecho que, ciertamente, sólo se circunscribe al ámbito personal. No consta que Curbelo y su hijo se llevaran unas putas al Senado o al Cabildo de La Gomera, o que pagaran sus consumiciones en el Gola con dinero público. Ni que ambos vistieran trajes de Milano o Forever Young pagados por una trama corrupta favorecida por contratos de las administraciones públicas. Pero a Saavedra se le unió este lunes de manera inesperada una ex diputada de CC, nada menos que Dulce Xerach Pérez.

Dimitido Casimiro Curbelo como senador, la dirigencia federal del PSOE lava su cara ante una situación verdaderamente incómoda en la que no se ha esperado por la resolución final del conflicto. Perdida la condición de aforado, Curbelo, su hijo y el otro acompañante tendrán que comparecer en los juzgados de la Plaza de Castilla, como vulgares ciudadanos de a pie. El PSOE canario, al que se acusa de guardar silencio, ha actuado entre bambalinas porque Casimiro Curbelo es un valor electoral insustituible en La Gomera, y no está precisamente el horno para bollos. Sólo una voz de peso se levantó, y no precisamente en su contra, sino en su defensa. Saavedra habló de puritanismo anglosajón, de un exceso de exigencias de responsabilidades políticas por un hecho que, ciertamente, sólo se circunscribe al ámbito personal. No consta que Curbelo y su hijo se llevaran unas putas al Senado o al Cabildo de La Gomera, o que pagaran sus consumiciones en el Gola con dinero público. Ni que ambos vistieran trajes de Milano o Forever Young pagados por una trama corrupta favorecida por contratos de las administraciones públicas. Pero a Saavedra se le unió este lunes de manera inesperada una ex diputada de CC, nada menos que Dulce Xerach Pérez.