El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Un economista, también
Efectivamente, el caso de este astuto graduado social no es el único que dejó como bicho la concejal Toñi Torres en Urvitel antes de tener que dimitir forzada por las circunstancias. Ya ocurrió algo similar con el economista Rafael Morjado, también traído por la reina del Faycanato desde el Cabildo de Gran Canaria (oh, qué grandiosa escuela de gestión fue ese Cabildo para Toñi Torres) para reforzar la ya de por sí saturada trama profesional de la empresa pública del Ayuntamiento teldense. Morjado tenía la misma cláusula que Mena, pero acudió a los tribunales y perdió su pleito, lo que significa que se marchó con lo puesto. Téngase en cuenta que Morjado y Mena se llevaban limpia para sus casas la cantidad de 1.500 euros al mes, lo que, aplicándoseles el cuádruple de lo que se percibe normalmente como liquidación por día trabajado, y si fueron fichados en la segunda mitad de 2003, servirá a nuestros hábiles lectores para hacer sus propios cálculos. Que nosotros somos de letras y se nos salen los dígitos de la Casio.
Efectivamente, el caso de este astuto graduado social no es el único que dejó como bicho la concejal Toñi Torres en Urvitel antes de tener que dimitir forzada por las circunstancias. Ya ocurrió algo similar con el economista Rafael Morjado, también traído por la reina del Faycanato desde el Cabildo de Gran Canaria (oh, qué grandiosa escuela de gestión fue ese Cabildo para Toñi Torres) para reforzar la ya de por sí saturada trama profesional de la empresa pública del Ayuntamiento teldense. Morjado tenía la misma cláusula que Mena, pero acudió a los tribunales y perdió su pleito, lo que significa que se marchó con lo puesto. Téngase en cuenta que Morjado y Mena se llevaban limpia para sus casas la cantidad de 1.500 euros al mes, lo que, aplicándoseles el cuádruple de lo que se percibe normalmente como liquidación por día trabajado, y si fueron fichados en la segunda mitad de 2003, servirá a nuestros hábiles lectores para hacer sus propios cálculos. Que nosotros somos de letras y se nos salen los dígitos de la Casio.