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Opinión - Un tercio de los españoles no entienden lo que leen. Por Rosa María Artal

Eligio Hernández, a contrapelo

A buenas horas, mangas verdes. El secretario general del PP canario, Manuel Fernández, el eterno asesor privado instalado en lo público, ha declarado que ahora su partido, y probablemente CC, estarían de acuerdo en nombrar a Eligio Hernández Diputado del Común de Canarias. A ocho meses vista del final de la legislatura, con una grotesca imagen de la institución a renovar, van los partidos que han sostenido durante siete años y medio a Manuel Alcaide a decir a los que ganaron las elecciones en 2007 que sólo aceptarían al ex fiscal general del Estado. Hay que recordar, llegados a este punto, que fue Santiago Pérez, a la sazón portavoz parlamentario socialista, quien puso sobre la mesa ese nombre en una de sus numerosas reuniones con Miguel Cabrera Pérez-Camacho, portavoz del PP hasta que Soria lo levantó por los aires. Pero no prosperó la propuesta, que ahora recupera el PP por motivos absolutamente perniciosos, carácter que también ha de atribuirse a la persona que sale a la palestra a proponer a su compatriota de El Pinar, municipio herreño donde los dos jugaron de pequeños al escondite. Uno se hizo del PSOE y el otro del PP, pero no han dejado de coincidir nunca.

A buenas horas, mangas verdes. El secretario general del PP canario, Manuel Fernández, el eterno asesor privado instalado en lo público, ha declarado que ahora su partido, y probablemente CC, estarían de acuerdo en nombrar a Eligio Hernández Diputado del Común de Canarias. A ocho meses vista del final de la legislatura, con una grotesca imagen de la institución a renovar, van los partidos que han sostenido durante siete años y medio a Manuel Alcaide a decir a los que ganaron las elecciones en 2007 que sólo aceptarían al ex fiscal general del Estado. Hay que recordar, llegados a este punto, que fue Santiago Pérez, a la sazón portavoz parlamentario socialista, quien puso sobre la mesa ese nombre en una de sus numerosas reuniones con Miguel Cabrera Pérez-Camacho, portavoz del PP hasta que Soria lo levantó por los aires. Pero no prosperó la propuesta, que ahora recupera el PP por motivos absolutamente perniciosos, carácter que también ha de atribuirse a la persona que sale a la palestra a proponer a su compatriota de El Pinar, municipio herreño donde los dos jugaron de pequeños al escondite. Uno se hizo del PSOE y el otro del PP, pero no han dejado de coincidir nunca.