El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
La empresa que compró, vendió y se diluyó
Efectivamente, esa empresa, Calle Cervantes, S.A., se constituyó por aquellas fechas con el muy saludable objetivo de comprar a Bat España por 5 millones de euros la vieja fábrica de tabacos de La Favorita, y tras un periodo de maceración, vendérsela al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria por 12 millones. Era alcalde de la ciudad nuestro admirado José Manuel Soria, que tenía como mano derecha para estas y otras operaciones de alto voltaje a Francisco Fernández Roca, concejal de Hacienda y fontanería en general. Un día antes de aprobar en Comisión de Gobierno el pliego de condiciones para comprar esa inservible fábrica, Curro Fernández Roca viajó a Suiza, en concreto a Ginebra, donde estuvo unas pocas horas, seguramente para comprar unas chocolatinas y regresar de inmediato a Las Palmas de Gran Canaria. Este periódico verificó con certeza que Calle Cervantes, S.A. tenía una cuenta abierta en Suiza, concretamente en el BBVA Privanza, con el número 401203, del mismo modo que verificamos plenamente aquel viaje de Fernández Roca a Ginebra el 22 de julio de 2007. Nadie sabe, salvo él, cuál fue el motivo exacto del viaje, porque a preguntas de una juez sustituta de la que nunca más se supo, el ex concejal de Soria se limitó a contestar que hasta allí fue por “asuntos privados”. No lo ponemos en duda, porque por la defensa del interés general poco se movieron estos.
Efectivamente, esa empresa, Calle Cervantes, S.A., se constituyó por aquellas fechas con el muy saludable objetivo de comprar a Bat España por 5 millones de euros la vieja fábrica de tabacos de La Favorita, y tras un periodo de maceración, vendérsela al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria por 12 millones. Era alcalde de la ciudad nuestro admirado José Manuel Soria, que tenía como mano derecha para estas y otras operaciones de alto voltaje a Francisco Fernández Roca, concejal de Hacienda y fontanería en general. Un día antes de aprobar en Comisión de Gobierno el pliego de condiciones para comprar esa inservible fábrica, Curro Fernández Roca viajó a Suiza, en concreto a Ginebra, donde estuvo unas pocas horas, seguramente para comprar unas chocolatinas y regresar de inmediato a Las Palmas de Gran Canaria. Este periódico verificó con certeza que Calle Cervantes, S.A. tenía una cuenta abierta en Suiza, concretamente en el BBVA Privanza, con el número 401203, del mismo modo que verificamos plenamente aquel viaje de Fernández Roca a Ginebra el 22 de julio de 2007. Nadie sabe, salvo él, cuál fue el motivo exacto del viaje, porque a preguntas de una juez sustituta de la que nunca más se supo, el ex concejal de Soria se limitó a contestar que hasta allí fue por “asuntos privados”. No lo ponemos en duda, porque por la defensa del interés general poco se movieron estos.