Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Peinado multiplica los frentes del ‘caso Begoña’ sin lograr avances significativos
El miedo “sobrenatural” a que el cáncer vuelva: “Sientes que no consigues atraparlo”
OPINIÓN | 'En el límite', por Antón Losada

Espera que te espera

En el baúl la protagonista de nuestra historia llevaba todo lo necesario para su estancia de siete meses en Argentina, desde ropa para dos estaciones hasta la Epilady, el secador, los medicamentos, zapatos... En Buenos Aires, Iberia le explicó que había habido un problema técnico, pero que su equipaje y el de otros pasajeros igualmente perjudicados estaría allí en 24 horas. Le facilitaron un número de teléfono para que llamara al día siguiente y le informaron de que, a partir de las 24 horas, disponía de una cantidad máxima de 56 euros diarios para artículos de primera necesidad que le pagarían previa presentación de facturas. Era invierno en Buenos Aires, así que la doña tuvo que comprarse abrigo y calzado, además de las cosas naturales de aseo. A los cuatro días le dicen que mande una relación del contenido de la maleta, a ver si escaneando las que había en Barajas daban con ella. A los veinte días le pidieron que mandara una copia de la denuncia, del resguardo de la tarjeta de embarque y una valoración de lo contenido en el baúl. Y seguía el invierno en Buenos Aires, y la afectada, gastando sus ahorros en lo que no tenía previsto.

En el baúl la protagonista de nuestra historia llevaba todo lo necesario para su estancia de siete meses en Argentina, desde ropa para dos estaciones hasta la Epilady, el secador, los medicamentos, zapatos... En Buenos Aires, Iberia le explicó que había habido un problema técnico, pero que su equipaje y el de otros pasajeros igualmente perjudicados estaría allí en 24 horas. Le facilitaron un número de teléfono para que llamara al día siguiente y le informaron de que, a partir de las 24 horas, disponía de una cantidad máxima de 56 euros diarios para artículos de primera necesidad que le pagarían previa presentación de facturas. Era invierno en Buenos Aires, así que la doña tuvo que comprarse abrigo y calzado, además de las cosas naturales de aseo. A los cuatro días le dicen que mande una relación del contenido de la maleta, a ver si escaneando las que había en Barajas daban con ella. A los veinte días le pidieron que mandara una copia de la denuncia, del resguardo de la tarjeta de embarque y una valoración de lo contenido en el baúl. Y seguía el invierno en Buenos Aires, y la afectada, gastando sus ahorros en lo que no tenía previsto.