El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
González no se sale del guión
Lo más florido (o casi) de la clase empresarial y periodística tinerfeña (pocos representantes de Las Palmas, pese a las invitaciones cursadas) se congregó este miércoles en el salón Plataneras del hotel Mencey en el almuerzo anual ofrecido por la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife. En total, alrededor de 120 personas entre negociantes y canallas. Eso sí, ningún representante político, ni Gobierno, ni Cabildo, ni Ayuntamiento, y tan sólo responsables de Proexca e Icex. Y más ausencias, como la de Rodolfo Núñez, grande de Tinerfe, que además es uno de los cuatro vicepresidentes de la Cámara. Pero no faltaron Pedro Luis Cobiella, Antonio Plasencia, Benicio Alonso, Noel Pérez Rienda, Antonio Quintana, Manuel González de León... Por parte de la Cámara hermana, por supuesto, José Miguel Suárez Gil y su directora general, Pilar Alcaide. No hubo sorpresas en el discurso presidencial porque Ignacio González Martín lo leyó sin salirse del guión y sin felicitar a nadie por los resultados electorales. Su homólogo de Las Palmas le escuchó atentamente. Y de frente.
Lo más florido (o casi) de la clase empresarial y periodística tinerfeña (pocos representantes de Las Palmas, pese a las invitaciones cursadas) se congregó este miércoles en el salón Plataneras del hotel Mencey en el almuerzo anual ofrecido por la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife. En total, alrededor de 120 personas entre negociantes y canallas. Eso sí, ningún representante político, ni Gobierno, ni Cabildo, ni Ayuntamiento, y tan sólo responsables de Proexca e Icex. Y más ausencias, como la de Rodolfo Núñez, grande de Tinerfe, que además es uno de los cuatro vicepresidentes de la Cámara. Pero no faltaron Pedro Luis Cobiella, Antonio Plasencia, Benicio Alonso, Noel Pérez Rienda, Antonio Quintana, Manuel González de León... Por parte de la Cámara hermana, por supuesto, José Miguel Suárez Gil y su directora general, Pilar Alcaide. No hubo sorpresas en el discurso presidencial porque Ignacio González Martín lo leyó sin salirse del guión y sin felicitar a nadie por los resultados electorales. Su homólogo de Las Palmas le escuchó atentamente. Y de frente.