El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Imposible dejar fuera a Tenerife
Las pretensiones de la gestora insular y de algunas agrupaciones locales del PSC en Tenerife apuntaban a la idea de dejar fuera de los pactos regionales e insulares a la isla de Tenerife, como tratando de soslayar el hecho nada despreciable de que es en esa isla donde están los más intocables buques insignias de la coalición, esto es, el Cabildo y la capital. No nos imaginamos a Paulino Rivero defendiendo ante los órganos internos de Coalición Canaria un magnífico pacto con los socialistas que, a cambio de la presidencia regional, dejara en manos del PP la alcaldía de Santa Cruz y el Cabildo de Tenerife. Parece infantil, pero ésas han sido hasta el momento las pretensiones de los socialistas tinerfeños, atolondradamente ajenos a las consecuencias que, en el caso de hacerles caso, caerían no sólo sobre el Parlamento regional, con el PSOE en la grada curva comiéndose los mocos sin luz en el microondas al menos para calentarlos, sino fuera de todo tipo de acuerdos en islas como La Palma, Lanzarote y Fuerteventura. Y Gran Canaria, por qué no decirlo, que también existe. ¿Y poner a Paulino en el límite para que sea él quien rompa las conversaciones y se vaya con el PP? En el PSOE reniegan de ese escenario, porque si el PP les ofrece lo que les está ofreciendo con tal de no quedar fuera de juego, ¿alguien duda de la facilidad que tendría CC para alcanzar acuerdos más sofisticados con su socio natural fijo-discontinuo?
Las pretensiones de la gestora insular y de algunas agrupaciones locales del PSC en Tenerife apuntaban a la idea de dejar fuera de los pactos regionales e insulares a la isla de Tenerife, como tratando de soslayar el hecho nada despreciable de que es en esa isla donde están los más intocables buques insignias de la coalición, esto es, el Cabildo y la capital. No nos imaginamos a Paulino Rivero defendiendo ante los órganos internos de Coalición Canaria un magnífico pacto con los socialistas que, a cambio de la presidencia regional, dejara en manos del PP la alcaldía de Santa Cruz y el Cabildo de Tenerife. Parece infantil, pero ésas han sido hasta el momento las pretensiones de los socialistas tinerfeños, atolondradamente ajenos a las consecuencias que, en el caso de hacerles caso, caerían no sólo sobre el Parlamento regional, con el PSOE en la grada curva comiéndose los mocos sin luz en el microondas al menos para calentarlos, sino fuera de todo tipo de acuerdos en islas como La Palma, Lanzarote y Fuerteventura. Y Gran Canaria, por qué no decirlo, que también existe. ¿Y poner a Paulino en el límite para que sea él quien rompa las conversaciones y se vaya con el PP? En el PSOE reniegan de ese escenario, porque si el PP les ofrece lo que les está ofreciendo con tal de no quedar fuera de juego, ¿alguien duda de la facilidad que tendría CC para alcanzar acuerdos más sofisticados con su socio natural fijo-discontinuo?