Un incendio y dos atracos frustados

Cuentan vecinos del Paseo de Madrid cómo una calle tan bonita de día se transforma en un bochorno de noche, con el trasiego de clientes y chaperos y los incidentes colaterales correspondientes. Cuentan también cómo hace unas semanas alguien prendió fuego a un coche, y cómo días después un gamberro rayó con una llave todas las carrocerías de los vehículos aparcados. Peor fue que a un vecino lo asaltaran unos gamberros cuando entraba con su coche en su garaje o que hace unos días la intervención de varios transeúntes abortara un atraco que pretendían perpetrar contra una joven que gritaba aterrorizada. Y todo ello, insistimos, a unos pocos metros de la Supercomisaría y junto a uno de los pocos hoteles de cinco estrellas que quedan en la ciudad.

Cuentan vecinos del Paseo de Madrid cómo una calle tan bonita de día se transforma en un bochorno de noche, con el trasiego de clientes y chaperos y los incidentes colaterales correspondientes. Cuentan también cómo hace unas semanas alguien prendió fuego a un coche, y cómo días después un gamberro rayó con una llave todas las carrocerías de los vehículos aparcados. Peor fue que a un vecino lo asaltaran unos gamberros cuando entraba con su coche en su garaje o que hace unos días la intervención de varios transeúntes abortara un atraco que pretendían perpetrar contra una joven que gritaba aterrorizada. Y todo ello, insistimos, a unos pocos metros de la Supercomisaría y junto a uno de los pocos hoteles de cinco estrellas que quedan en la ciudad.