El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Invitados, pero no revueltos
Ha sido en las sedes centrales del Partido Popular y del Partido Socialista donde más se han rasgado las vestiduras ante las resoluciones adoptadas este fin de semana por Coalición Canaria en su cuarto congreso nacional-soberanista (y olé). Algunas voces en el PP, particularmente las más antinacionalistas, ya han pedido a Soria que rompa su pacto con CC, no vaya a ser que aquellas acusaciones vertidas contra los socialistas cuando se iban a cargar España, se le endosen ahora a los hombres y mujeres de Cospedal y don Mariano, tanto monta monta tanto. No hay que olvidar que, además del pacto, Soria sostiene unas estrechísimas relaciones con CC, lo que le llevaron a ser el invitado de más postín en el congreso nacionalista, siempre en compañía de su inseparable Mercedes Roldós. Pero una cosa es ser invitados y otra cosa es la revoltura, por mucho que al PP canario le venga muy bien que su socio se radicalice un poquito para pescar en el estanque de los votos conservadores de la coalición nacional-insularista.
Ha sido en las sedes centrales del Partido Popular y del Partido Socialista donde más se han rasgado las vestiduras ante las resoluciones adoptadas este fin de semana por Coalición Canaria en su cuarto congreso nacional-soberanista (y olé). Algunas voces en el PP, particularmente las más antinacionalistas, ya han pedido a Soria que rompa su pacto con CC, no vaya a ser que aquellas acusaciones vertidas contra los socialistas cuando se iban a cargar España, se le endosen ahora a los hombres y mujeres de Cospedal y don Mariano, tanto monta monta tanto. No hay que olvidar que, además del pacto, Soria sostiene unas estrechísimas relaciones con CC, lo que le llevaron a ser el invitado de más postín en el congreso nacionalista, siempre en compañía de su inseparable Mercedes Roldós. Pero una cosa es ser invitados y otra cosa es la revoltura, por mucho que al PP canario le venga muy bien que su socio se radicalice un poquito para pescar en el estanque de los votos conservadores de la coalición nacional-insularista.