¿Y Luis Soria?

El conocimiento que los medios de comunicación vamos teniendo de las investigaciones seguidas en la Operación Eolo no están arrojando especiales sorpresas, más allá de algún ramo separado que ignorábamos o la profusión de personas desconocidas que hablan de Eolo como si fuera un dios al que conocen desde pequeños. Lo que sí se va confirmando es que la trama presuntamente urdida por Celso Perdomo, con la cooperación de personas como Enrique Guzmán o Jesús González es una operación de verdaderos aficionados. No sólo porque lo explican todo, con pizarrín incluido ,a través de sus teléfonos móviles, sino porque lo que pretendían pellizcar era más parecido a un tocomocho que a un gran pelotazo.

El conocimiento que los medios de comunicación vamos teniendo de las investigaciones seguidas en la Operación Eolo no están arrojando especiales sorpresas, más allá de algún ramo separado que ignorábamos o la profusión de personas desconocidas que hablan de Eolo como si fuera un dios al que conocen desde pequeños. Lo que sí se va confirmando es que la trama presuntamente urdida por Celso Perdomo, con la cooperación de personas como Enrique Guzmán o Jesús González es una operación de verdaderos aficionados. No sólo porque lo explican todo, con pizarrín incluido ,a través de sus teléfonos móviles, sino porque lo que pretendían pellizcar era más parecido a un tocomocho que a un gran pelotazo.