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OPINIÓN | 'En el límite', por Antón Losada

Todos miran a Mayoral

Mientras se terminan de desentreñar los misterios de la Operación Eolo en el Juzgado de Instrucción número 7 de Las Palmas de Gran Canaria, continúan los estudios y las especulaciones en torno a la investigación política. A las náuseas que generan en el parlamentario del PP Alejandro Díaz los desesperados intentos de su jefe, José Manuel Soria, por salvar los muebles y el honor de la familia, han de ir sumando ustedes nuevos documentos que se están solicitando para la comisión de investigación. La variable portuaria será clave para llegar a interesantes conclusiones acerca del alcance de la operación Megaturbinas de Arinaga, que es la que trae a Soria por la calle de la amargura. Sabe que en el juzgado no lo van a tocar porque no hay tema (ni ganas), pero también sabe que la ley obligaría al Parlamento a comunicar sus conclusiones a la fiscalía en caso de sospechas fundadas. Mayoral tiene ahora en sus manos desentrañar algunas de estas claves. Y lo van a llamar a declarar a la vuelta del verano para que explique las andanzas de su antecesor, el inigualable e irrepetible José Manuel Arnáiz.

Mientras se terminan de desentreñar los misterios de la Operación Eolo en el Juzgado de Instrucción número 7 de Las Palmas de Gran Canaria, continúan los estudios y las especulaciones en torno a la investigación política. A las náuseas que generan en el parlamentario del PP Alejandro Díaz los desesperados intentos de su jefe, José Manuel Soria, por salvar los muebles y el honor de la familia, han de ir sumando ustedes nuevos documentos que se están solicitando para la comisión de investigación. La variable portuaria será clave para llegar a interesantes conclusiones acerca del alcance de la operación Megaturbinas de Arinaga, que es la que trae a Soria por la calle de la amargura. Sabe que en el juzgado no lo van a tocar porque no hay tema (ni ganas), pero también sabe que la ley obligaría al Parlamento a comunicar sus conclusiones a la fiscalía en caso de sospechas fundadas. Mayoral tiene ahora en sus manos desentrañar algunas de estas claves. Y lo van a llamar a declarar a la vuelta del verano para que explique las andanzas de su antecesor, el inigualable e irrepetible José Manuel Arnáiz.