Mucha gente de Las Palmas

Al presidente canario no le dio la gana de hablar del gas, pero ni falta que nos hace. Ya sabemos que ha cursado instrucciones muy precisas para destejer lo que Mauricio tejió con tanto denuedo. Para eso ya cuenta Adán con Pedro Luis Cobiella, uno de sus empresarios de gabinete, y está a la espera de que se ponga a tiro el buen empresario que es Juan Miguel Sanjuán. Cobiella, por cierto, estaba en el almuerzo de este lunes en Madrid, en la Puerta del Sol. Junto a él, pocos empresarios de Tenerife y muchos de Gran Canaria, pero como caídos allí por su cuenta, sin el paraguas de la patronal canariona, que anda encabritada. Así, se vio a Rafael López junior, azote de Gascan; Guillermo García Alcalde, de Prensa Ibérica; África Banccio, de la pesca; Caridad Cuyás, consignataria; Rafael González Bravo de Laguna, Ramón Pérez, experto en pateras y en promociones inmobiliarias... y Arcadio Díaz Tejera, senador. Y portavoz municipal socialista en Las Palmas de Gran Canaria. Y ser humano. Ignoramos en calidad de qué estaba allí, pero estaba.

Al presidente canario no le dio la gana de hablar del gas, pero ni falta que nos hace. Ya sabemos que ha cursado instrucciones muy precisas para destejer lo que Mauricio tejió con tanto denuedo. Para eso ya cuenta Adán con Pedro Luis Cobiella, uno de sus empresarios de gabinete, y está a la espera de que se ponga a tiro el buen empresario que es Juan Miguel Sanjuán. Cobiella, por cierto, estaba en el almuerzo de este lunes en Madrid, en la Puerta del Sol. Junto a él, pocos empresarios de Tenerife y muchos de Gran Canaria, pero como caídos allí por su cuenta, sin el paraguas de la patronal canariona, que anda encabritada. Así, se vio a Rafael López junior, azote de Gascan; Guillermo García Alcalde, de Prensa Ibérica; África Banccio, de la pesca; Caridad Cuyás, consignataria; Rafael González Bravo de Laguna, Ramón Pérez, experto en pateras y en promociones inmobiliarias... y Arcadio Díaz Tejera, senador. Y portavoz municipal socialista en Las Palmas de Gran Canaria. Y ser humano. Ignoramos en calidad de qué estaba allí, pero estaba.