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Opinión | Ya empezamos, por Antón Losada

Un mural para la virgen, 1.177 euros

¿Una modificación presupuestaria para respaldar la apertura de comedores escolares en verano? ¿Una nueva partida para incrementar los fondos para ayudas sociales de emergencia, que se agotan irremediablemente? ¿Un cambio en las cuentas para paliar de alguna manera los efectos del paro en la primera ciudad de Canarias? No. Lo que hizo la comisión de Hacienda de este miércoles en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria fue aprobar una modificación presupuestaria para destinar 1.177 euros a la construcción de “un mural de veinte piezas, a instalar en el parque Juan Pablo II, de 20x20 y 20x10 metros, según necesidades del diseño, dibujado, pintado y esmaltado en óxidos cerámicos sobre una cubierta de esmalte cerámico blanco de estaño y cocciones en horno cerámico”. Se trata de una obra artística de inenarrable demanda ciudadana que, a juicio del grupo de gobierno, del Partido Popular, es “necesario realizar en el presente ejercicio presupuestario y no puede demorarse porque el mural propuesto será el primer hito a la patrona de la isla en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, que será inaugurado por el obispo de la Diócesis de Canarias con motivo de la celebración del séptimo aniversario del parque y de la beatificación del Papa Juan Pablo II el próximo mes de octubre”. No hemos quitado ni puesto una coma en el acuerdo que el grupo popular adoptó en solitario, a propuesta del concejal Óscar Mata, con sus únicos votos, demostrando exactamente cuáles son sus sensibilidades con la población que peor lo está pasando y su respeto a las minorías religiosas. Decir que ese mural, cuyo ejecutor se desconoce, será un hito en la ciudad es olvidar, por ejemplo, la iglesia del Pino o el hospital Nuestra Señora del Pino. Pero puestos a buscar justificaciones para una alcaldada así, cada uno es muy libre de actuar como considere mejor. Y los vecinos de premiar o repudiar.

¿Una modificación presupuestaria para respaldar la apertura de comedores escolares en verano? ¿Una nueva partida para incrementar los fondos para ayudas sociales de emergencia, que se agotan irremediablemente? ¿Un cambio en las cuentas para paliar de alguna manera los efectos del paro en la primera ciudad de Canarias? No. Lo que hizo la comisión de Hacienda de este miércoles en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria fue aprobar una modificación presupuestaria para destinar 1.177 euros a la construcción de “un mural de veinte piezas, a instalar en el parque Juan Pablo II, de 20x20 y 20x10 metros, según necesidades del diseño, dibujado, pintado y esmaltado en óxidos cerámicos sobre una cubierta de esmalte cerámico blanco de estaño y cocciones en horno cerámico”. Se trata de una obra artística de inenarrable demanda ciudadana que, a juicio del grupo de gobierno, del Partido Popular, es “necesario realizar en el presente ejercicio presupuestario y no puede demorarse porque el mural propuesto será el primer hito a la patrona de la isla en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, que será inaugurado por el obispo de la Diócesis de Canarias con motivo de la celebración del séptimo aniversario del parque y de la beatificación del Papa Juan Pablo II el próximo mes de octubre”. No hemos quitado ni puesto una coma en el acuerdo que el grupo popular adoptó en solitario, a propuesta del concejal Óscar Mata, con sus únicos votos, demostrando exactamente cuáles son sus sensibilidades con la población que peor lo está pasando y su respeto a las minorías religiosas. Decir que ese mural, cuyo ejecutor se desconoce, será un hito en la ciudad es olvidar, por ejemplo, la iglesia del Pino o el hospital Nuestra Señora del Pino. Pero puestos a buscar justificaciones para una alcaldada así, cada uno es muy libre de actuar como considere mejor. Y los vecinos de premiar o repudiar.