Lo pasado, lo presente y lo futuro

Ante un debate así resulta altamente complicado dar por ganador a alguno de los candidatos. Es evidente que, incluso antes de empezar, ya partía como ganador el socialista José Miguel Pérez, que entró en el plató de 59 Segundos con un grado de conocimiento por parte de la ciudadanía inferior al 50%, por lo que medirse en el mismo plano de igualdad con dos veteranos tan conocidos, pero menos valorados que él, ya era ventaja. A ello se unió la imposible separación entre PP y CC a la hora de defender la gestión que ambos han hecho juntos los últimos 18 años, y particularmente los que fueron desde el verano de 2007 al otoño de 2010. Soria, en lugar de distanciarse de quien, como él, trata de pescar en la bolsa de votantes indecisos de centro-derecha, se hacía un lío constantemente a la hora de defender la sanidad o la educación canarias o las políticas activas de empleo del Gobierno del que ha formado parte hasta el otro día. Porque, evidentemente, el representante del PP representó en este debate el pasado, frente a un Paulino Rivero que defendió gestión, gestión y gestión (el presente) y un futuro que José Miguel Pérez se empeñó en remarcar invocando permanentemente los 18 años que los otros adversarios llevan juntos al frente de Canarias y proponiendo cosas tan llamativas como una oficina antifraude, una de las pocas referencias indirectas a la corrupción que se hicieron a lo largo del programa.

Ante un debate así resulta altamente complicado dar por ganador a alguno de los candidatos. Es evidente que, incluso antes de empezar, ya partía como ganador el socialista José Miguel Pérez, que entró en el plató de 59 Segundos con un grado de conocimiento por parte de la ciudadanía inferior al 50%, por lo que medirse en el mismo plano de igualdad con dos veteranos tan conocidos, pero menos valorados que él, ya era ventaja. A ello se unió la imposible separación entre PP y CC a la hora de defender la gestión que ambos han hecho juntos los últimos 18 años, y particularmente los que fueron desde el verano de 2007 al otoño de 2010. Soria, en lugar de distanciarse de quien, como él, trata de pescar en la bolsa de votantes indecisos de centro-derecha, se hacía un lío constantemente a la hora de defender la sanidad o la educación canarias o las políticas activas de empleo del Gobierno del que ha formado parte hasta el otro día. Porque, evidentemente, el representante del PP representó en este debate el pasado, frente a un Paulino Rivero que defendió gestión, gestión y gestión (el presente) y un futuro que José Miguel Pérez se empeñó en remarcar invocando permanentemente los 18 años que los otros adversarios llevan juntos al frente de Canarias y proponiendo cosas tan llamativas como una oficina antifraude, una de las pocas referencias indirectas a la corrupción que se hicieron a lo largo del programa.