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Lo prometió Paulino en el debate de la nacionalidad

Pero aún siendo grave que una de las dos partes firmantes del Plan Canarias lo incumpla de modo tan flagrante, peor debería parecernos a todos que el compromiso del Gobierno regional se vulnere por partida doble. Porque, además del Plan Canarias, el trato lo lanzó el presidente de Canarias, Paulino Rivero, en su discurso del último debate del Estado de la Nacionalidad en marzo pasado. En un error que luego ha reconocido ante el sector en sucesivas reuniones, Rivero dijo que Canarias se comprometía a “aportar un tercio del incremento de las ayudas del POSEI a las producciones agrarias y al sector ganadero”. Esa aportación es, en realidad, del 50%, como quedó recogido en el Plan Canarias. Pero, como quien oye llover: o el presidente incumple su palabra (ni un tercio ni la mitad, oiga) o el consejero de Economía y Hacienda le ha vuelto a hacer la pirula. Por cierto, a él y a la consejera del ramo, Pilar Merino, del mismo partido que Soria. Dicen en los mentideros, que Merino está hasta las narices de su jefe. Y a la viceinversa, que diría Cantinflas. Y Barragán.

Pero aún siendo grave que una de las dos partes firmantes del Plan Canarias lo incumpla de modo tan flagrante, peor debería parecernos a todos que el compromiso del Gobierno regional se vulnere por partida doble. Porque, además del Plan Canarias, el trato lo lanzó el presidente de Canarias, Paulino Rivero, en su discurso del último debate del Estado de la Nacionalidad en marzo pasado. En un error que luego ha reconocido ante el sector en sucesivas reuniones, Rivero dijo que Canarias se comprometía a “aportar un tercio del incremento de las ayudas del POSEI a las producciones agrarias y al sector ganadero”. Esa aportación es, en realidad, del 50%, como quedó recogido en el Plan Canarias. Pero, como quien oye llover: o el presidente incumple su palabra (ni un tercio ni la mitad, oiga) o el consejero de Economía y Hacienda le ha vuelto a hacer la pirula. Por cierto, a él y a la consejera del ramo, Pilar Merino, del mismo partido que Soria. Dicen en los mentideros, que Merino está hasta las narices de su jefe. Y a la viceinversa, que diría Cantinflas. Y Barragán.