Rectificación de Oswaldo Brito

Recibimos de Oswaldo Brito la siguiente nota de rectificación, referida a nuestro reportaje de este lunes sobre la pasión africanista de Miguel Zerolo, que reproducimos en su integridad: “Creo que suele ser una buena acreditación del periodismo riguroso el contrastar, con el máximo rigor y otorgando el acceso a las personas referidas para conocer su posición. En este artículo de su periódico digital, dedicado a Zerolo y su pasión africanista, no se ha hecho (al menos, con mi persona). Considero que la referencia a mi persona, vinculada a otros diputados de la época es, como mínimo, equívoca y confusa. Jamás ejercí chantaje alguno ni recabé ? ni obtuve- ”prebenda“ alguna en función de las geometrías parlamentarias. Más aún, sufrí activamente toda clase de maniobras y zancadillas hasta que, harto, decidí retirarme de la escena institucional sin escándalos ni presiones. Simplemente, me fui y me siento muy satisfecho de haberlo hecho. Por ello, ruego que en honor a la verdad y al respeto que se debe a las personas, su imagen y su prestigio, procedan a rectificar o, en caso de contar con datos y pruebas contrastables, dar conocimiento exacto ? que no difuso- a la jurisdicción pertinente y, de existir conductas presuntamente delictivas, cumplir con la obligación de todo buen ciudadano y comunicarlo a la fiscalía o denunciarlo al juzgado. Por supuesto, no entro en los ”avatares“ de tales pasiones o comportamientos de otros (aunque podría hablar, largamente, de algunas de ellas). Allá cada cuál con sus conductas. Espero se posibilite la inclusión de este comentario en esa periódico digital que, por lo general leo y considero que juega un papel positivo de denuncia de abusos y conductas oscuras”.

Recibimos de Oswaldo Brito la siguiente nota de rectificación, referida a nuestro reportaje de este lunes sobre la pasión africanista de Miguel Zerolo, que reproducimos en su integridad: “Creo que suele ser una buena acreditación del periodismo riguroso el contrastar, con el máximo rigor y otorgando el acceso a las personas referidas para conocer su posición. En este artículo de su periódico digital, dedicado a Zerolo y su pasión africanista, no se ha hecho (al menos, con mi persona). Considero que la referencia a mi persona, vinculada a otros diputados de la época es, como mínimo, equívoca y confusa. Jamás ejercí chantaje alguno ni recabé ? ni obtuve- ”prebenda“ alguna en función de las geometrías parlamentarias. Más aún, sufrí activamente toda clase de maniobras y zancadillas hasta que, harto, decidí retirarme de la escena institucional sin escándalos ni presiones. Simplemente, me fui y me siento muy satisfecho de haberlo hecho. Por ello, ruego que en honor a la verdad y al respeto que se debe a las personas, su imagen y su prestigio, procedan a rectificar o, en caso de contar con datos y pruebas contrastables, dar conocimiento exacto ? que no difuso- a la jurisdicción pertinente y, de existir conductas presuntamente delictivas, cumplir con la obligación de todo buen ciudadano y comunicarlo a la fiscalía o denunciarlo al juzgado. Por supuesto, no entro en los ”avatares“ de tales pasiones o comportamientos de otros (aunque podría hablar, largamente, de algunas de ellas). Allá cada cuál con sus conductas. Espero se posibilite la inclusión de este comentario en esa periódico digital que, por lo general leo y considero que juega un papel positivo de denuncia de abusos y conductas oscuras”.