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Díez & Romeo lo considera ''gilipolleces''

Como les hemos contado en alguna que otra ocasión, decenas de empresas radiofónicas de Canarias confiaron en el bufete Díez & Romeo para la preparación de ofertas para el concurso de asignación de frecuencias. Sobre el papel, se trata de un despacho especializado en la materia pero, por lo que se aprecia ahora, se echó en la boca más de lo que podía masticar, lo que le impidió, por ejemplo, poder entregar todas las ofertas en tiempo y forma. Lo curioso es que parece que en 2007 le pasó algo similar en Valencia, porque por la documentación a la que hemos podido tener acceso, las prisas, las precipitaciones o vaya usted a saber qué cosas, le llevaron a presuntamente falsificar la firma de una ingeniera de telecomunicaciones, de nombre Meritxel Bosch García, que ya ha declarado ante las autoridades y ante los tribunales que ella nada tuvo que ver con las certificaciones en las que aparece su nombre. Basta con ver las distintas firmas que se le atribuyen para comprobar que se trata de burdas falsificaciones. Desde Madrid, Díez & Romeo califica de “gilipolleces” las informaciones que ha venido ofreciendo este periódico al respecto, una consideración que en nada se parece al del Ministerio Fiscal, que en un escrito fechado el pasado día 12 califica los hechos de “delito continuado de falsedad en documento público en concurso con el delito continuado de estafa”. Una de las empresas concursantes en Valencia pidió el archivo de las diligencias por considerarlas prescritas, pero la Fiscalía se ha opuesto.

Como les hemos contado en alguna que otra ocasión, decenas de empresas radiofónicas de Canarias confiaron en el bufete Díez & Romeo para la preparación de ofertas para el concurso de asignación de frecuencias. Sobre el papel, se trata de un despacho especializado en la materia pero, por lo que se aprecia ahora, se echó en la boca más de lo que podía masticar, lo que le impidió, por ejemplo, poder entregar todas las ofertas en tiempo y forma. Lo curioso es que parece que en 2007 le pasó algo similar en Valencia, porque por la documentación a la que hemos podido tener acceso, las prisas, las precipitaciones o vaya usted a saber qué cosas, le llevaron a presuntamente falsificar la firma de una ingeniera de telecomunicaciones, de nombre Meritxel Bosch García, que ya ha declarado ante las autoridades y ante los tribunales que ella nada tuvo que ver con las certificaciones en las que aparece su nombre. Basta con ver las distintas firmas que se le atribuyen para comprobar que se trata de burdas falsificaciones. Desde Madrid, Díez & Romeo califica de “gilipolleces” las informaciones que ha venido ofreciendo este periódico al respecto, una consideración que en nada se parece al del Ministerio Fiscal, que en un escrito fechado el pasado día 12 califica los hechos de “delito continuado de falsedad en documento público en concurso con el delito continuado de estafa”. Una de las empresas concursantes en Valencia pidió el archivo de las diligencias por considerarlas prescritas, pero la Fiscalía se ha opuesto.