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Opinión | Ya empezamos, por Antón Losada

De lo que Soria y Larry hablaron alguna vez

Que Soria huye de la verdad como gato escaldado no es noticia que pueda sorprender a nadie a estas alturas. Miente siempre que lo necesita, aunque sus mentiras pongan patas arriba incluso su prestigio como político. El que le quede. Si en el juicio del caso Isolux dijo que jamás se interesó, siendo alcalde, por el preocupante asunto de la potabilización de agua de mar en Las Palmas de Gran Canaria, este martes afirmó que jamás se tomó la menor molestia en preguntar, si quiera hablar, del concurso eólico. Fue una verdadera lástima para él que minutos más tarde le desmintieran su antiguo lugarteniente, Larry Álvarez, y su propio hermano, Luis. Porque ambos reconocieron tímidamente que de éste y de muchos otros asuntos trataban con el jefe máximo, como no podía ser de otro modo. Pero no fue esta la única falsedad que afloró durante el juicio: este martes Soria aportó una nueva versión de su presencia/ausencia del consejo de administración de la Autoridad Portuaria de 10 de enero de 2005. Si en la comisión parlamentaria de investigación dijo que se había marchado antes de que se tratara el negocio de Esquivel, ahora sostiene que, en realidad, se ausentó momentáneamente para atender una llamada de teléfono y que, cuando regresó, el punto del orden del día ya había terminado. Por eso en el acta consta que se marchó realmente mucho después.

Que Soria huye de la verdad como gato escaldado no es noticia que pueda sorprender a nadie a estas alturas. Miente siempre que lo necesita, aunque sus mentiras pongan patas arriba incluso su prestigio como político. El que le quede. Si en el juicio del caso Isolux dijo que jamás se interesó, siendo alcalde, por el preocupante asunto de la potabilización de agua de mar en Las Palmas de Gran Canaria, este martes afirmó que jamás se tomó la menor molestia en preguntar, si quiera hablar, del concurso eólico. Fue una verdadera lástima para él que minutos más tarde le desmintieran su antiguo lugarteniente, Larry Álvarez, y su propio hermano, Luis. Porque ambos reconocieron tímidamente que de éste y de muchos otros asuntos trataban con el jefe máximo, como no podía ser de otro modo. Pero no fue esta la única falsedad que afloró durante el juicio: este martes Soria aportó una nueva versión de su presencia/ausencia del consejo de administración de la Autoridad Portuaria de 10 de enero de 2005. Si en la comisión parlamentaria de investigación dijo que se había marchado antes de que se tratara el negocio de Esquivel, ahora sostiene que, en realidad, se ausentó momentáneamente para atender una llamada de teléfono y que, cuando regresó, el punto del orden del día ya había terminado. Por eso en el acta consta que se marchó realmente mucho después.