El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Toneladas de demagogia
Confirmada la fecha de inicio de la perniciosa campaña contra Torres, contra Angulo y lo que te rondaré morena, hemos de volver a ocuparnos de las comparaciones angulianas, no por odiosas, como toda comparación, sino por puñeteras. Pretendió el consejero el otro día en la radio picar la moral del respetable comparando la actitud del aficionado crítico de la UD con la del aficionado crítico del CD Tenerife. Vino a decir, poco más o menos, que en Tenerife estos escándalos se tapan con mucho cariño y lo que importa es el club. No es tan cierta la afirmación, porque el aficionado chicha castiga al equipo con el látigo de su indiferencia, es decir, no abonándose, lo que sitúa la cifra en 2.000 espectadores. En Las Palmas no. En Las Palmas la gente de la UD se abona, aunque estemos en Segunda y a pesar de Towers, Angulo y el Lucerito del Alba. En la UD, además, la afición es capaz de separar las cosas y meterle una sonora pitada al presidente del club (por lo que representa) y aplaudir con coraje a los jugadores. No debe confundir el consejero Angulo a la Virgen del Pino con el obispo de la Diócesis, y mucho menos a la patrona con la Banca Ambrosiana (entidad financiera que nada tiene que ver, conste, con el propietario de Promociones Horneras, que luego va y nos llama Ambrosio para que no lo metamos en la dichosa campaña). Amén.
Confirmada la fecha de inicio de la perniciosa campaña contra Torres, contra Angulo y lo que te rondaré morena, hemos de volver a ocuparnos de las comparaciones angulianas, no por odiosas, como toda comparación, sino por puñeteras. Pretendió el consejero el otro día en la radio picar la moral del respetable comparando la actitud del aficionado crítico de la UD con la del aficionado crítico del CD Tenerife. Vino a decir, poco más o menos, que en Tenerife estos escándalos se tapan con mucho cariño y lo que importa es el club. No es tan cierta la afirmación, porque el aficionado chicha castiga al equipo con el látigo de su indiferencia, es decir, no abonándose, lo que sitúa la cifra en 2.000 espectadores. En Las Palmas no. En Las Palmas la gente de la UD se abona, aunque estemos en Segunda y a pesar de Towers, Angulo y el Lucerito del Alba. En la UD, además, la afición es capaz de separar las cosas y meterle una sonora pitada al presidente del club (por lo que representa) y aplaudir con coraje a los jugadores. No debe confundir el consejero Angulo a la Virgen del Pino con el obispo de la Diócesis, y mucho menos a la patrona con la Banca Ambrosiana (entidad financiera que nada tiene que ver, conste, con el propietario de Promociones Horneras, que luego va y nos llama Ambrosio para que no lo metamos en la dichosa campaña). Amén.