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El Womad de casi todos

Habrán leído este fin de semana en la prensa seria de Canarias y de otras zonas de España cómo ha cuajado el festival Womad Canarias, que ha colocado a las islas en el primer lugar del Estado en el número de espectadores, según la Sociedad General de Autores y Editores. El Womad ya es un festival de la ciudadanía, como lo demuestra precisamente ese dato de participación de público. Además, ese festival se sitúa en puestos de mucha relevancia en otras ciudades españolas donde se celebra, como Cáceres o Madrid, y va camino de sentar sus reales en otras urbes de la Península, lo que acredita su calidad y su buena trayectoria. Pero pese a ese arraigo, el Womad canario sigue tropezándose con la incomprensión de las instituciones de aquí, que año tras año lo escatiman todo en una actitud incomprensible que seguramente sólo cambiará cuando el festival decida recoger sus bártulos y mandarse a mudar en dirección a aquellas ciudades donde le traten con el respeto que se merece. Y el que la ciudadanía reclama.

Habrán leído este fin de semana en la prensa seria de Canarias y de otras zonas de España cómo ha cuajado el festival Womad Canarias, que ha colocado a las islas en el primer lugar del Estado en el número de espectadores, según la Sociedad General de Autores y Editores. El Womad ya es un festival de la ciudadanía, como lo demuestra precisamente ese dato de participación de público. Además, ese festival se sitúa en puestos de mucha relevancia en otras ciudades españolas donde se celebra, como Cáceres o Madrid, y va camino de sentar sus reales en otras urbes de la Península, lo que acredita su calidad y su buena trayectoria. Pero pese a ese arraigo, el Womad canario sigue tropezándose con la incomprensión de las instituciones de aquí, que año tras año lo escatiman todo en una actitud incomprensible que seguramente sólo cambiará cuando el festival decida recoger sus bártulos y mandarse a mudar en dirección a aquellas ciudades donde le traten con el respeto que se merece. Y el que la ciudadanía reclama.