Zerolo y Llanos atacan la libertad de expresión

LLevamos un par de días rumiando y descreyendo. Porque cuesta mucho trabajo creer que en un Ayuntamiento moderno, del siglo XXI, de este Archipiélago atlántico que aspira a un NAP de conexiones internacionales de Internet, a ser plataforma de la modernización de África, empeñado en diversificar su economía introduciendo la variable I+D+i, promocionándose turísticamente como destino seguro, con propuestas culturales vanguardistas, de costumbres solidarias y hospitalarias, que cuida a su juventud, a su gente... alguien pueda estar pensando en amordazar a la prensa. Lo pretende hacer, miren por dónde, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife mediante una ordenanza reguladora del reparto de prensa gratuita, lo que evidentemente tiene un destinatario claro, esta empresa periodística, que desde el 15 de octubre distribuye Metro en las calles de Santa Cruz.

LLevamos un par de días rumiando y descreyendo. Porque cuesta mucho trabajo creer que en un Ayuntamiento moderno, del siglo XXI, de este Archipiélago atlántico que aspira a un NAP de conexiones internacionales de Internet, a ser plataforma de la modernización de África, empeñado en diversificar su economía introduciendo la variable I+D+i, promocionándose turísticamente como destino seguro, con propuestas culturales vanguardistas, de costumbres solidarias y hospitalarias, que cuida a su juventud, a su gente... alguien pueda estar pensando en amordazar a la prensa. Lo pretende hacer, miren por dónde, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife mediante una ordenanza reguladora del reparto de prensa gratuita, lo que evidentemente tiene un destinatario claro, esta empresa periodística, que desde el 15 de octubre distribuye Metro en las calles de Santa Cruz.