La Asociación para la Conservación de la Biodiversidad Canaria pide que se implante la ecotasa
La Asociación para la Conservación de la Biodiversidad Canaria (ACBC) ha abogado por que se implante la ecotasa en el archipiélago, siempre y cuando se destine únicamente a la conservación y a la restauración del medioambiente.
Según señala esta Asociación, se estima que la recaudación por año de la ecotasa oscilaría entre los 120 y 150 millones de euros, cuando el último presupuesto de la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial ascendió a 261 millones.
“Es de toda evidencia que los dineros recaudados por ese concepto ayudarían a regular y controlar el pernicioso impacto que el excesivo número de visitantes provoca sobre no pocos de nuestros mermados o esquilmados ecosistemas”, indican fuentes de la ACBC.
Desde la Asociación se insiste en que la ecotasa también ayudaría a mantener saludables los ecosistemas de Canarias, “únicos a escala planetaria y por los cuales Canarias resulta tan atractiva como destino turístico”.
Añade, además, que la ecotasa “se ha impuesto con bastante éxito en distintos lugares del planeta. En contra de lo que afirman sus detractores, en particular las patronales del sector turístico, su repercusión sobre la llegada de turistas es prácticamente nula”.
En opinión de la ACBC, el número de turistas que recibe Canarias “es a todas luces exorbitante, por cuanto impone a nuestras islas un excesivo consumo de recursos ambientales (agua, suelo, costas, biodiversidad...) que ha sobrepasado todos los límites de sostenibilidad”.
Desde la Asociación inciden en que esta presión “es demasiada para un territorio frágil y escaso que, por otra parte, ya soporta la presión de sus más de 2.200.000 habitantes. Por ello, además de la ecotasa, se debe plantear el debate sobre la necesidad de establecer limitaciones al número de turistas que llegan a Canarias”.
La ACBC explica que la ecotasa es uno de los tributos principales de la fiscalidad ecológica. “Cada vez son más los territorios que, estragados por la presión del turismo masivo, se dotan de este recurso fiscal. Es un impuesto directo, ya que el turista paga una tasa módica diaria por pernoctación”, explica.
La Asociación considera que se puede disponer con ello de medios económicos alternativos y adicionales destinados a aminorar el “severo impacto ambiental que provoca la estancia de tantos visitantes”, pero entiende que la naturaleza de este tributo exige que se preserve su carácter netamente finalista: “La recaudación debe destinarse solo y nada más que a la conservación y a la restauración del medioambiente”.
En cuanto a la implantación de la ecotasa en otros territorios, apunta que se ha podido constatar que en las Islas Baleares, donde el conocido oficialmente como Impuesto de Turismo Sostenible se aplica casi sin interrupción desde hace dos décadas, “no se ha apreciado merma alguna en el número de turistas. Antes bien, todo lo contrario. En cambio, la consejera de Turismo y Empleo del Gobierno de Canarias, Jéssica de León, se ha manifestado contraria en estos días a que se aplique la ecotasa en Canarias porque, según ella, no es necesaria (sin aclarar los motivos)”.
Según la ACBC, “la consejera se enrola en el barco de la patronal del sector, que una y otra vez se ha ensañado contra el 'tributo verde' esparciendo la especie de que sería un gravamen inasumible: ahuyentaría, afirman, a los turistas. Sin embargo, como bien demuestra la favorable experiencia de aquellos lugares donde ya se aplica, el visitante no deja de acudir a un destino porque tenga que pagar un suplemento que, en realidad, solo le supone un coste mínimo, casi inapreciable. El rechazo de la ecotasa se sostiene, pues, más en un prejuicio ideológico que en un análisis cabal de los hechos”, concluye ACBC.
Una organización para la preservación del patrimonio natural
La Asociación, tal y como recoge su página web, está constituida mayoritariamente por científicos y técnicos con inquietudes en la conservación de la biodiversidad en el archipiélago canario, aunque puede formar parte de ella cualquier persona interesada en la preservación de nuestro patrimonio natural.
Explica la organización surge como consecuencia de la necesidad de paliar el deterioro que sufre la naturaleza Canaria, de los problemas de conservación de múltiples especies y de la degradación de sus hábitats.
Entre sus fines destacan el promocionar y fomentar el progreso del conocimiento científico y técnico relativo a la biodiversidad canaria y desarrollar labores que conlleven la aplicación práctica o la divulgación de tales conocimientos, tanto en lo relativo a las especies como a los hábitats o ecosistemas que las albergan, a los valores culturales que contienen y a su relación con el ser humano.
También, contribuir a la conservación del patrimonio natural canario, a través del diseño, desarrollo y participación en programas de conservación, intercambio de información técnica, científica, educativa, formativa e informativa, así como asesorar a las administraciones públicas en la elaboración y apoyo de normativas e iniciativas para la protección de la biodiversidad.
Además, promover que la sociedad canaria y las instituciones que la dirigen y representan aseguren un grado de conservación y preservación de la biodiversidad acorde con el cumplimiento de los fines de sostenibilidad de los recursos naturales.
Por último, divulgar y concienciar la necesidad de conservar la biodiversidad canaria, y transmitir prácticas respetuosas con su preservación y conservación.
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