“Por favor, ¿alguien nos puede explicar esto?”. El vídeo de un tractor invadiendo las Dunas de Maspalomas, un espacio natural protegido y símbolo de la isla de Gran Canaria, ha vuelto a poner todas las miradas en el sur de la isla y en el cuidado de esta zona. El encargado ha sido Iván Monagas, quien también denunció a través de sus redes sociales el movimiento de callaos en esta playa del sur de la isla para proteger el centro comercial.
La consejera de Medioambiente en el Cabildo, Inés Jiménez, ha indicado a este periódico que las acciones que lleva a cabo esta maquinaria pesada en las dunas tienen el objetivo de “protegerlas, recuperarlas, limpiarlas e intentar paliar el déficit de huída de la arena”. Desde hace años, una de las grandes estampas de Gran Canaria pierde más arena de la que recibe. Por ello, Jiménez afirma que estos “trabajados consisten en captar la arena para equilibrar ese déficit”.
Además, “se desentierran los bolardos, encargados de delimitar las zonas a las que se pueden acceder, que se van quedando en el fondo de la arena por el movimiento de las dunas”, explica la consejera de Medioambiente, y asegura que también se encargan de proteger los balancones, “que es donde está la vegetación autóctona de esa zona”.
Si bien Jiménez reconoce que hay “un impacto de estos tractores y de todos los elementos mecánicos”, este “es temporal por el tránsito de vehículos y maquinaria”. No obstante, asegura que “el beneficio es superior, ya que estas acciones conservan y restauran la vegetación y las dunas”.
Cerca de las dunas, la escollera
Hace una semana, Maspalomas también protagonizó titulares, cuando un usuario del arenal volvió a poner el foco en el polémico dique de piedras al denunciar, a través de un vídeo, que durante la noche maquinaria pesada había movido piedras, apreciando una ampliación de la obra. El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana justificó que los trabajos se limitaron a reforzar la escollera ante el riesgo existente para los usuarios, además de para posibilitar el acceso al camión de la basura.
Sin embargo, la protección de los locales y la pasarela ha significado el deterioro del resto de la playa. La escollera se elevó hace años con piedras de la baja de la propia playa de Maspalomas con el fin de proteger el paseo, el centro comercial Oasis y los locales de restauración cercanos al agua. La extracción de las callaos conllevó la destrucción de una barrera de protección natural y su ausencia ha propiciado la desaparición de la arena y la crecida del mar, sobre todo en las épocas de mayor oleaje. Además, la parte marina está reconocida como Zona de Espacial Conservación de la Red Natura 2000.