Un equipo científico internacional, liderado por personal investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), ha descubierto la presencia de dos planetas de masa terrestre en órbita a la estrella GJ 1002, una enana roja cercana al Sistema Solar. Ambos planetas se encuentran en la zona de habitabilidad de la estrella.
“La naturaleza parece empeñada en demostrarnos que los planetas terrestres son muy habituales. Con estos dos, ya conocemos siete en sistemas planetarios muy cercanos al Sol”, explica Alejandro Suárez Mascareño, investigador del IAC, y autor principal del estudio aceptado para su publicación en Astronomy & Astrophysics.
Los nuevos planetas orbitan alrededor de la estrella GJ 1002, situada a una distancia de menos de 16 años luz del Sistema Solar. Ambos tienen masas similares a la de la Tierra y se encuentran en la zona de habitabilidad de su estrella. GJ 1002 b, el planeta interior, tarda poco más de 10 días en completar una órbita a su estrella. GJ 1002 c, por su parte, necesita poco más de 21 días. “GJ 1002 es una enana roja de apenas un octavo de la masa del Sol. Es una estrella bastante fría y débil. Esto hace que su zona de habitabilidad se encuentre muy cerca de la estrella”, indica Vera María Passegger, coautora del artículo e investigadora del IAC.
La cercanía de la estrella a nuestro sistema solar hace que los dos planetas, en especial GJ 1002 c, sean excelentes candidatos para caracterizar sus atmosferas sobre la base de la luz que reflejan o su emisión térmica. “El futuro espectrógrafo ANDES, para el telescopio ELT de ESO, en el que participa el IAC, podrá estudiar la presencia de oxígeno en la atmosfera de GJ 1002 c”, explica Jonay I. González Hernández, investigador del IAC y coautor del trabajo. Ambos planetas, además, cumplen con todas las características para convertirse en objetivos de la futura misión espacial LIFE, actualmente en fase de estudio.
El descubrimiento ha sido posible gracias a una colaboración entre los consorcios de ESPRESSO y CARMENES. GJ 1002 fue observada por CARMENES entre 2017 y 2019, y por ESPRESSO entre 2019 y 2021. “Debido a su baja temperatura, la luz visible de GJ 1002 es demasiado tenue para medir sus variaciones en velocidad radial con la mayoría de espectrógrafos”, indica Ignasi Ribas, investigador del Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC) y director del Institut d'Estudis Espacials de Catalunya (IEEC). CARMENES posee una sensibilidad a un amplio rango de longitudes de onda en el infrarrojo cercano, superior a la de otros espectrógrafos dedicados a detectar variaciones de velocidad en el movimiento de estrellas, le que permitió estudiar a GJ 1002 desde el telescopio de 3.5 m de Calar Alto.
La combinación de ESPRESSO y el poder de captación de luz de los telescopios VLT, de 8 m de diámetro, permitieron obtener medidas con una precisión de apenas 30 cm/s, inalcanzables para casi cualquier otro instrumento en el mundo. “Cualquiera de los dos grupos habría tenido muchas dificultades si hubiera afrontado este trabajo de forma independiente. Juntos pudimos llegar mucho más lejos de lo que lo habríamos hecho por separado ”, señala Suárez Mascareño.
Desde el IAC también han colaborado en esta publicación los investigadores Rafael Rebolo López, Víctor Sánchez Béjar y Enric Pallé.