El Cabildo de Gran Canaria tramita el expediente para incoar como Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento, el complejo defensivo de la Batería de San Juan y Batería de las Mesas de San Juan, en la zona alta del barrio del mismo nombre, en la capital grancanaria.
Además de formalizar su reconocimiento como BIC, el Cabildo plantea en el expediente que tramita una delimitación del mencionado complejo y de su entorno de protección, tal como dispone al efecto la Ley de Patrimonio Histórico de Canarias, informa la Corporación insular.
El expediente elaborado por los técnicos de Patrimonio Histórico y Cultural del Cabildo de Gran Canaria cuenta ya con el informe favorable de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y, en este momento, está en período de información pública y trámite de audiencia a los interesados.
Una vez concluya este plazo de información y se atiendan las posibles reclamaciones, se trasladará al Gobierno de Canarias para que tramite su declaración como BIC con la categoría de Monumento, la que mejor se ajusta a sus especificidades arquitectónicas e históricas.
Según los especialistas, este conjunto defensivo debe ser entendido de forma integral, como un único Bien, pues solo así puede alcanzar su pleno significado histórico.
El complejo defensivo de la Batería de San Juan y Batería de las Mesas de San Juan constituye un espacio de indudable valor histórico, que tuvo su protagonismo entre fines del siglo XIX y la primera mitad del XX en el marco de la trascendencia geoestratégica de Canarias.
La Batería de San Juan está compuesta por varias edificaciones, patios y galerías subterráneas, así como por una serie de rampas construidas para acceder a la zona artillada en la que se ubicaron cuatro obuses de un modelo Ordóñez de 1981, que permanecieron instalados hasta después de la Guerra Civil española.
A finales de los años 50 del siglo XX la Batería de San Juan fue finalmente desartillada, aunque las instalaciones y locales se siguieron utilizando como almacenes militares durante algunas décadas más.
En la actualidad no tienen uso alguno y presenta un estado de conservación desigual, si bien sin problemas estructurales aparentes.