Fran Perea asegura que el Don Juan que se representa este fin de semana en el Teatro Cuyás es un montaje “sencillo”. Ante el asombro de la actriz Lluvia Rojo, que compareció con el también cantautor para presentar esta obra inmortal de Tirso de Molina, Perea duda y matiza: “Sencillo pero complicado”. Esta es la definición que hace el protagonista de uno de los textos más celebrados del Siglo de Oro español. Una obra que ha tenido secuelas innumerables que van desde el romántico Zorrilla al genio musical de Mozart. Un Don Juan, el que se representa sobre las tablas del primer recinto escénico de Canarias, “sencillo por una escenografía reducida a la mínima expresión” y complicado por “el enorme trabajo actoral que supone dar vida a todo el ambiente del Siglo de Oro sin más apoyo que la caja negra del escenario y un magnífico juego de luces”, aclara Perea.
Un Don Juan que, para colmo de dificultades, “ha respetado hasta el límite de lo posible el texto de Tirso de Molina” y que ha dado un giro de 180 grados para “ponerse en la piel de las mujeres”, comenta el ex protagonista de Los Serrano. En este punto, la coincidencia con Perea arranca un sí rotundo de Rojo: “Es verdad, la historia gira alrededor de las mujeres, pero no como víctimas. Son mujeres burladas por Don Juan, pero lejos de llorar su desgracia cogen al toro por los cuernos para pedir justicia”. Y la Justicia, vuelve a puntualizar Perea “es la cabeza de Don Juan”. Las entradas para asistir a este montaje de kilates están a la venta en las taquillas del Teatro Cuyás, en la página web del recinto escénico (www.teatrocuyas.com) o llamando al teléfono 902 405 504.
Gonzalo Ubani destaca que esta vuelta atrás al origen del mito de Don Juan va en consonancia a esta temporada que celebra los diez años del Cuyás. El director artístico de Teatros del Cabildo destaca que “es una gran obra, montada por un gran director que se ha rodeado de grandes actores y que tiene como punto de partida un gran texto de uno de los más grandes escritores de las letras españolas”. “Junto al Quijote, Don Juan es el personaje de ficción español por antonomasia y ha sido todo un embajador de nuestras letras alrededor del mundo”, señaló Ubani. El montaje realizado por Emilio Hernández (director de la obra) une sobriedad y “respeto” por uno de los textos más complejos de la escena en español. Pero Hernández sale a bien del envite gracias a una “enorme experiencia con títulos clásicos”. “No por casualidad, Hernández es director del Festival de Teatro Clásico de Almagro”, recordó el máximo responsable artístico de los teatros gestionados por la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico y Cultural del Cabildo de Gran Canaria.
Otro de los atractivos que presenta este montaje que llega al Cuyás es que el texto intercala un total de 19 canciones que, según explica Fran Perea, “vienen marcadas en el propio texto”. “Cuando lees a Tirso hay momento en el que dice que los personajes cantan”. En este sentido, el actor comentó que junto a la musicalización de los textos del propio Tirso de Molina se han introducido fragmentos del aria de Don Giovanni de Mozart. Es, pues, un Don Juan en clave musical que hace una diagnosis demoledora de la inmoralidad de la corte de su majestad católica en la España del XVII.
Uno de los rasgos definitorios de este Don Juan es su falta de moralidad y la irresponsabilidad a la que está sujeto en virtud a su estatus privilegiado. Hernández señala que en la España monárquica del XVII, las clases dirigentes actúan sin ningún freno atropellando los derechos del pueblo y que en el propio seno de las castas altas de la sociedad, la mujer es un súbdito de segunda categoría. Este es el aspecto clave que define el montaje de Hernández y, en cierto modo, el espíritu del texto de Tirso de Molina. “A Don Juan le alcanza la justicia porque muere, porque su situación social como miembro de la élite le hace inmune a la acción de la justicia en la tierra”. Y en eso tienen mucho que ver las mujeres. “Son las mujeres las que reconvierten toda la frustración que supone haber sido vejadas por Don Juan en una venganza meditada que acaba con la muerte del hombre que las ha utilizado”, señala Lluvia Rojo.