La canaria Nancy Fabiola Herrera se enfrenta con entusiasmo a la Carmen “muy carnal” que hará a partir del martes en la Royal Opera House del Covent Garden londinense.
“Éste es uno de los templos de la lírica y para cualquier cantante poder actuar en este teatro es muy hermoso, muy especial”, afirma en conversación con EFE la mezzosoprano, que debutó aquí en 2003 en el papel de Suzuki en “Madama Butterfly”.
Sobre la “Carmen” de la ópera de Bizet, dice que “es un personaje maravilloso con el que sueña cualquier cantante. Es muy rico, muy fuerte, con múltiples dimensiones. Es el prototipo de mujer fuerte que se siente bien bajo su piel, que ama la libertad y no la compromete ante nada”.
“Carmen forma parte de una comunidad diferente, la de los gitanos, pero ella tiene también sus propias reglas dentro de esa comunidad. Es la fiera indomable. Capta las miradas de todos. Se sabe poseedora de una sensualidad fuerte y sabe usarla”, agrega.
Carmen, explica la joven cantante española, nacida en Venezuela, “combina la pasión, la alegría y el sentido del humor. Vive además el momento sin que le importa lo que haya pasado ni lo que vaya a pasar ante la muerte”.
“Hay en ella mucho de fatalismo, pero aun sabiendo que va a morir, disfruta y hace lo que le da la gana hasta el último momento”, afirma Herrera.
Para ella, “el hecho de haber crecido en España te da un gran entendimiento del personaje. Si no se ha vivido en el sur, si no se sabe cómo es la mentalidad del sur, es fácil confundir a Carmen con una prostituta, pero no tiene nada que ver con eso”.
“Hay que conocer, por ejemplo, ese juego sin reglas escritas que es el flirteo, o los piropos, que algunos en otros lugares pueden llegar a confundir con acoso sexual”, explica la mezzo.
Fabiola Herrera tendrá enfrente al tenor argentino Marcelo Álvarez, de cuyo Don José afirma que tiene “una gran fuerza pasional”. “La química entre nosotros es increíble”, señala.
La producción de la Royal Opera House, que se estrenó en diciembre de 2006 con otro reparto, es mucho más “física”, dice, que otras que ha hecho antes en Roma, Tokio, Nueva York y en varias ciudades españolas como Santander o Jerez.
“Me ha presentado un gran reto personal. Me muevo continuamente, me tiro al suelo, peleo. Tengo que hacer un equilibrio entre actuación y canto, y cantar con tanto movimiento físico es un desafío enorme”, explica.
La de Francesca Zambello “es una producción muy vigorosa, que enfatiza que Carmen pertenece a la tierra. Mi personaje es una Carmen sucia, sudada, con la ropa manchada de su trabajo en la fábrica”.
Preguntada por otras Carmen que le hayan gustado especialmente, cita en primer lugar a la que hizo en el cine Julia Migenes-Johnson, pero también recuerda a la Carmen pasional de Agnes Baltsa o la de Mignon Dunn, “fabulosa desde el punto de vista vocal”, así como la “sutileza y la gracia” de la de Teresa Berganza.
Preguntada por sus futuros roles, la mezzo canaria dice que le gusta mucho combinar el bel canto con papeles de “vocalidad algo más dramática”.
Está preparando una Dalila, el personaje femenino de “Sansón y Dalila”, de Saint-Saens, para la ópera de Manaus, en el Amazonas brasileño, teatro que la ilusiona mucho conocer, y también la Amneris, de la “Aida”, de Verdi, que iba a hacer en el teatro Colón de Buenos Aires antes de que cambiase de dirección.
Un personaje con el que ha soñado desde que comenzó sus estudios y que le gustaría hacer dentro de unos años, si su voz sigue evolucionando como hasta ahora, es el de Azucena de “El Trovador”, de Verdi.
Fabiola Herrera explica, por otro lado, que los cantantes están hoy sometidos a presiones tanto físicas como psicológicas, y hay siempre que “saber buscar un equilibrio entre lo que se demanda de él y lo que puede dar”.