“La asesina silenciosa de África”. Así describe el programa medioambiental de Naciones Unidas a la contaminación del aire provocada por las emisiones tóxicas de los vehículos del continente. Cuatro empresas europeas que venden combustible al oeste africano son cómplices de este fenómeno. Según el estudio 'Dirty Diesel, cómo los comerciantes suizos contaminan África con fuel tóxico', realizado por la ONG suiza Public Eye, estas compañías no solo almacenan y distribuyen el combustible, sino que también lo producen a través de mezclas “baratas” de gasóleo con residuos de mala calidad, adquiridos a un precio muy bajo ya que “nadie los quiere”, por su alto grado de toxicidad y porque Europa restringe su comercialización a límites mínimos. Entre estas entidades está Oryx Energies, una compañía suiza que suministra, almacena y distribuye productos petrolíferos y que cuenta, desde 2014, con una terminal en la Zona Franca del Puerto de La Luz y de Las Palmas, en Gran Canaria.
La posición geoestratégica de Canarias, ubicada en “la principal ruta comercial entre Europa, África occidental y América” ha hecho que se instalara en el Archipiélago la petrolera fundada por el millonario Jean Claude Gandur y propiedad, en su mayoría, del grupo de inversión privado Addax y Oryx (AOG). La entidad está presente en 22 países africanos para cumplir su objetivo: “ser la compañía de petróleo y gas independiente más admirada en el África subsahariana” de acuerdo con su “compromiso continuo de apoyar la evolución económica y social en África”. Con la vista puesta en este fin, el grupo acapara el 80% de las importaciones de petróleo requerido por Sierra Leona y satisface el 40% de la demanda doméstica de fuel en Malí.
Según los datos de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, incluidos en los registros estadísticos de mercancías publicados en su página web, aproximadamente 565.792 toneladas de gasoil salieron del Puerto de La Luz en 2018 hacia ciudades africanas como Dakar (Senegal) o Freetown (Sierra Leona). Hasta el momento, los países del oeste africano no han tenido la capacidad logística suficiente para producir cantidades de combustible que abastezcan a toda la población. Por tanto, se ven obligados a hacer intercambios con Europa. África exporta crudo y lo recibe refinado, pero “de mala calidad”.
El doble estándar que existe entre ambos continentes en materia de emisiones tóxicas permite este negocio. Solo Marruecos y el Sáhara Occidental tienen el mismo estándar para diésel que Europa, pero no para la gasolina. Por ejemplo, la cantidad de azufre concentrado permitida en África está 200 veces por encima de la permitida en Europa y Estados Unidos, “donde los estándares son más estrictos”. De este modo, y excusándose en la “calidad africana”, las empresas trasladan al continente recursos que no podrían venderse en Europa por su alto grado de toxicidad.
Public Eye analizó 25 muestras de fuel exportado por Trafigura, Vitol, Lyn Energy y el grupo Addax y Oryx a países donde están instaladas: Angola, Benin, República del Congo, Ghana, Malí, Costa de Marfil, Senegal y Zambia. De ellas, el 68% contenía niveles de azufre que alcanzan las 1.500 partes por millón (unidad de medida que calcula los niveles de concentración), 150 veces más de los límites europeos, 10 ppm. El nivel más alto de azufre fue detectado en una muestra de diésel de una de las estaciones de petróleo de Oryx, en Malí, (3.780 ppm). Otras sustancias dañinas localizadas son el hidrocarburo aromático policíclico y el benceno.
Migrantes climáticos
El portal de migración y cambio climático de Naciones Unidas sitúa la contaminación como una de las grandes causas que empuja a las personas de África o de América del Sur a huir de su hogar y a buscar una nueva vida en los países del hemisferio norte. En esta línea, tal y como señala Public Eye, una persona de Senegal o de Nigeria respira trece veces más partículas contaminantes en el aire que una persona de Inglaterra o de China. A pesar de ello, los efectos de la polución del aire han pasado desapercibidos a lo largo de los años, ya que el volumen de tráfico en las ciudades de África Occidental era bajo. Sin embargo, en Ghana el número de vehículos se duplicó entre 2005 y 2012. En su mayoría, se trata de coches de segunda mano arreglados con piezas reutilizadas, que también quedan dañadas por el uso de combustibles tóxicos.
Según el estudio, la toma de responsabilidad social y medioambiental de estas compañías, sumada a la movilización de los gobiernos africanos para controlar y reducir los niveles de azufre, podría prevenir 25.000 muertes prematuras de aquí a 2030 “sin que implique un aumento de precio en la adquisición de combustibles”. Ghana ya ha actuado y ha reducido de 3.000 ppm a 50 ppm los niveles de azufre permitidos en el gasoil y de 1.000 a 50 ppm en la gasolina.
Asma, cáncer y enfermedades cardiovasculares son algunos de los efectos devastadores que pueden aparecer en quienes conviven con esta polución del aire, según 'Dirty Diesel'. La Comisión de Ayuda al Refugiado de Naciones Unidas (ACNUR) afirma que un 60% de las migraciones actuales se debe a factores climáticos. Sequías, daños en la agricultura y polución son algunos de los ejemplos y otras razones de desplazamientos forzosos “menos evidentes que las guerras, pero igual de importantes”.