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''Los clientes sólo te hablan de cómo bajar los precios''

Ángel Sosa nació en Gáldar en febrero de 1966. Es autónomo desde los 18 años y nunca ha trabajado por cuenta ajena. Su primera andadura empresarial comenzó con Lotolux, una empresa dedicada a las instalaciones eléctricas que el propio entrevistado define como “mucho follón”, debido a las constantes visitas a obras y trato con gente de la calle.

Ángel asegura que lanzarse a su segunda aventura empresarial no le supuso un sacrificio especialmente duro: “No me supuso un esfuerzo grande. Yo soy empresario desde que tengo 18 años. Tengo gente, llevo toda mi vida como autónomo, nunca he trabajado con nadie. Entonces, ya cuando tienes un recorrido, tienes una experiencia parece que todo te parece un poco más sencillo”.

Actualmente, Tamatel cuenta con diez puntos de ventas distribuidos por siete municipios de la isla de Gran Canaria. La primera tienda se abrió en Tamaraceite, la segunda fue la sede central ubicada en el barrio capitalino de Guanarteme abierta seis meses después de la primera. Según el entrevistado, durante este proceso de ampliación se tiene que ir adaptando todo el sistema y la infraestructura. Es importante mantener una infraestructura sólida a medida que la empresa va incrementando su volumen para que no se caiga. De acuerdo con las palabras del empresario, la filosofía es la siguiente: “Aquí no se trata de crecer, crecer, crecer, hay que mantenerse. Y para mantenerse hay que realizar un esfuerzo importante y una gestión importante. Es decir, no se trata solamente de crecer, hay que poner los medios humanos, que es lo más importante”.

Cuando habla de poner medios se refiere a que no se trata solamente de crecer en volumen, “hay que poner los medios humanos que es lo más importante, es decir: lo más importante de una empresa es la parte humana, la parte que es la que empuja. El personal tiene que estar motivado y organizado”. Considera que el mercado de la telefonía era mucho más fácil cuando comenzó hace diez años, los clientes entraban por la puerta y estaban todo el día encima, hoy el mercado está mucho más copado, hay que ser especialistas en un mercado en que lo que prima es la fidelización del cliente, la satisfacción del cliente y donde hay unos cambios, una evolución a la que si no te adaptas y no se hace esa mejora que tienes que ir dando de servicio, te quedas “descolgado”.

Otro cambio significativo viene dado por la coyuntura actual. El propio entrevistado señala que “hoy llegas a una empresa y sinceramente, de lo menos que te hablan es de mejorar tecnológicamente, te hablan de cómo bajar el precio, de que gastos suprimir; es decir, nos vemos con una dificultad enorme para sacar nuevos servicios al mercado. El problemas está en que esos clientes, lo más que demandan es como ahorro por aquí, como quito de allí y cuando vas a ofrecer algo nuevo y dices 'mira tenemos esto nuevo aquí' y te responden: 'oye no, yo más gastos no, más gasto no quiero'. Hasta hace dos años, al cliente podíamos ofrecerle servicios, ofrecerle soluciones, el cliente la recibía, además con ganas, con deseo, eran momentos de proyección, era un momento de crecimiento, era un momento en lo que las empresas querían estar tecnológicamente al día”.