La economía española creció en el último trimestre de 2006 el 3,9%, lo que hizo que la tasa para todo el ejercicio se situase en el 3,8%, tres décimas más que en 2005, según las estimaciones de las Cámaras de Comercio.
Su proyección para 2007 es que la economía crezca un 3,6%, un registro superior al que tendrá la zona euro, lo que permitirá seguir avanzando en convergencia real con respecto a los países más desarrollados de la moneda única.
Respecto a 2006, las Cámaras destacan que se produjo un cambio en el patrón de crecimiento, puesto que éste se centró más en la inversión en bienes de equipo, en la reactivación del sector industrial y en un comportamiento más equilibrado del exterior.
La inversión en bienes de equipo se afianzará durante 2007 como el componente más dinámico de la demanda, mientras que el consumo de los hogares, aunque en desaceleración, crecerá de manera más intensa, por encima del 3%, según las Cámaras.
Con la demanda sucederá algo parecido, mantendrá, como en 2006, la reducción de su aportación negativa al PIB apoyada en la ralentización de las importaciones.
Las Cámaras estiman que a finales de 2007 esa aportación negativa será inferior al punto porcentual.
En lo que respecta a la inflación, las Cámaras prevén que, si el precio del barril de brent se mantiene en los dígitos actuales tras la caída de 2006, los precios estarán por debajo del 3% este año.
A pesar de todo, las Cámaras advierten de que la perdida de competitividad seguirá siendo el riesgo más importante de la economía, por lo que aconsejan profundizar en la liberalización de sectores, reducir la dependencia energética del exterior, incrementar la productividad y fomentar la iniciativa empresarial.
En su análisis de la zona euro, ven previsible que continúen las subidas de tipos de interés hasta el 4% a finales de este año -sería el techo del actual ciclo de alzas-, así como un crecimiento sólido que sólo podría atenuarse por un alza de impuestos en Alemania.