La Gomera es la isla más beneficiada por las inversiones autonómicas del Gobierno del pacto de las flores

Toni Ferrera

Las Palmas de Gran Canaria —

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La Gomera es la isla de Canarias donde más ha aumentado la asignación inicial de operaciones de capital (inversiones y transferencias) desde que gobierna el pacto de las flores (PSOE, Nueva Canarias, Unidas Podemos y ASG) en las Islas. Los datos analizados por Canarias Ahora revelan que la isla colombina ha recibido en esta legislatura una media de 55,5 millones de euros anuales en este sentido, un 128,52% más con respecto a la legislatura anterior, cuando gobernaba Fernando Clavijo (Coalición Canaria).

Las cifras, extraídas de los presupuestos del Archipiélago de los últimos ocho años, sitúan a las islas verdes como los territorios más beneficiados. Después de La Gomera, El Hierro ha visto aumentada su partida de inversiones y transferencias de capital un 112,41%, seguida de La Palma (90,16%), Lanzarote (62,72%), Gran Canaria (59,41%), Fuerteventura (58,94%) y Tenerife (55,05%). Precisamente, el vicepresidente del Cabildo de Tenerife, Enrique Arriaga (Ciudadanos), denunció este fin de semana que la isla sufre un “agravio comparativo” en las inversiones por culpa de un “sistema electoral antidemocrático”.

Lo cierto es que las inversiones por habitante del Gobierno canario varían considerablemente según el territorio de destino. En La Gomera, por ejemplo, el gasto anual durante esta última legislatura está en 2.557,57 euros per cápita, por delante de El Hierro (2.508,94 euros), La Palma (1.055,67), Fuerteventura (686,30), Lanzarote (592,27), Gran Canaria (225,56) y Tenerife (220,42). Arriaga considera que existe un “trato favorable” a las islas menores porque es “más rentable electoralmente”. “El sistema electoral [canario] premia más los votos en unas islas que en otras. Hace que el voto de un herreño valga lo mismo que el de 17 tinerfeños, o el de un gomero equivalga al voto de 14 tinerfeños”, agregó el vicepresidente del Cabildo de Tenerife.

El Gobierno de Canarias justifica la “especial incidencia” en las islas verdes por ser territorios a los que “les cuesta más crecer” que al resto. La Gomera, La Palma y El Hierro, que no cuentan con industrias turísticas potentes, deben “desarrollar nuevas potencialidades” para favorecer el desarrollo, asegura el viceconsejero de Presidencia del Ejecutivo regional, Antonio Olivera, quien también hace mención de la denominada ley de islas verdes, que impulsa la interacción entre la actividad turística y el sector primario facilitando el uso el suelo rústico.

Otra fuente del Gobierno autonómico, esta vez del área de Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos, señala que la inversión territorializada por islas es “el resultado de un equilibrio entre necesidades, prioridades y capacidad financiera de los distintos departamentos”. Esa misma fuente añade que también imperan “el sentido común” y “el número de habitantes”. Para 2023, el presupuesto consolidado en este contexto asciende a los 1,76 millones de euros, un 18,18% del total de gastos.

El peso de La Gomera en las cuentas

La Gomera ha ganado más protagonismo que ninguna otra isla en la inversión autonómica. En la legislatura anterior, suponía el 5,46% del total importado. En la actual, ese dato asciende al 12,48%. Es conveniente recordar que este es el primer gobierno canario con un partido político de La Gomera en el ejecutivo, la Agrupación Socialista Gomera (ASG), liderada por Casimiro Curbelo, en coalición con el PSOE, Nueva Canarias y Podemos. ASG obtuvo poco más de 6.000 votos en los comicios de 2019, todos ellos concentrados en la isla colombina, pero eso le bastó para cosechar tres diputados y decantar la balanza del nuevo gobierno en las Islas.

El presupuesto para las inversiones en este territorio ha crecido a pesar de la presencia reiterada de “obras pufas”, según un informe de Sí se puede La Gomera. En ese documento, en el que se exponen decenas de proyectos incompletos, se concluye que “mucha de la problemática que padece la ciudadanía gomera no se resolverá con más inversiones, sino con un cambio de paradigma a la hora de plantear y ejecutar las obras e infraestructuras”.