Los últimos ataques de los mercados a la deuda española que han elevado la prima de riesgo hasta un máximo histórico de 400 puntos no son más que movimientos especulativos que buscan “obtener una altísima rentabilidad”, denuncia Juan Torres López, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla y miembro del colectivo ATTAC. “No es verdad que en los últimos días haya pasado algo en España” que justifique la escalada en el coste de la deuda, ha reconocido el profesor en declaraciones al programa El Correíllo de Verano de CANARIAS AHORA RADIO, que culpa al Banco Central Europeo (BCE) de permitir el “continuo acoso que realizan los especuladores”. “Eso es como el que juega con fuego”, dice.
Para el catedrático la situación se está volviendo “muy peligrosa”. Bruselas tuvo que anunciar ayer que no está preparando ningún rescate económico para España al estilo de los de Grecia o Irlanda. No es la primera vez. La Unión Europea ha tenido que salir a aclarar en más de una ocasión que los ataques que provocan las escaladas de la prima de riesgo (en función de la diferencia entre los intereses a pagar por los bonos españoles con respecto a los alemanes, los más estables) no pueden basarse en informaciones sobre un inminente rescate. “Los apostadores cambian las situaciones”, explica Torres López, “alteran y manipulan las condiciones del mercado”.
“El BCE y la comisión Europea están permitiendo que los especuladores se pongan las botas en lugar de asumir y financiar la deuda”, apunta el profesor. El problema, explica, está en que, desde el inicio de la crisis, el regulador monetario de la UE ha estado ofreciendo ayudas a los bancos “al 1%”. “A los países les han dicho que acudan a los mercados”, dice, “esos mismos bancos forman parte de los mercados y ahora financian a los gobiernos al cuatro, cinco o seis por ciento de interés”. Según Torres López existen mecanismos para evitar el derrumbe: “Se estableció que (el BCE) no podía financiar a los estados”, asegura, “se está saltando sus propios estatutos (al comprar deuda), pero lo está haciendo mal, por la puerta de atrás”.
¿La solución? “La ciudadanía tiene que pedir que se ponga fin”.