El presidente de la CNMV, Manuel Conthe, se mantuvo este viernes firme en su decisión de comparecer ante el Congreso antes de presentar su dimisión, a pesar de que el Gobierno afirmara que ya no confía en él y de que el Consejo del ente supervisor le acusara de perjudicar al organismo con su actitud.
En su primera comparecencia pública tras anunciar su intención de dimitir con la condición de poder explicar antes sus razones en la Comisión de Economía de la Cámara Baja, Conthe insistió en su postura, anunció que pedirá la dimisión del vicepresidente de la CNMV, Carlos Arenillas, y recordó que el supervisor de los mercados es un organismo independiente del Ejecutivo.
En medio del cruce de críticas entre el Gobierno y Conthe, el PP le expresó su apoyo y, posteriormente, pidió la dimisión de todo el Consejo de la CNMV y propuso que el Parlamento nombre uno nuevo, en tanto que CIU exigió al Ejecutivo que resuelva inmediatamente este culebrón que perjudica a las instituciones económicas
El primero en abrir el fuego fue el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes, que, a primera hora, dijo que Conthe, que fue nombrado por el Ejecutivo a propuesta suya, ha perdido la confianza del Gobierno y pidió que dimitiera ya.
Solbes subrayó que el Ejecutivo no puede destituirle y criticó que haya planteado su renuncia “con unas condiciones atípicas” y no establecidas en las normas, generando “confusión” y “desconcierto”.
El segundo golpe lo asestó el Consejo de la CNMV que, poco después del mediodía, difundió un comunicado para dar a conocer un acuerdo adoptado por la mayoría de sus miembros, en el que acusan a Conthe de perjudicar al organismo con su actitud y someterlo “a un régimen de interinidad que compromete gravemente su funcionamiento”.
El comunicado confirmó las diferencias habidas en el seno del Consejo de la CNMV y que supuestamente empujaron a Conthe a anunciar su dimisión, al no recibir apoyo en su intención de sancionar a Enel y Acciona por su actuación en Endesa.
El Consejo recordó a Conthe que antes de acudir al Congreso debe explicar las razones de su dimisión ante el órgano de gobierno de la CNMV y anunció que se plantea la posibilidad de hacer públicas las actas de las reuniones del 26 de marzo -cuando ratificó su posición sobre la actuación de Enel y Acciona- y 2 de abril -día en el que Conthe anunció su intención de dimitir-.
En opinión del Consejo, las informaciones publicadas al respecto son “inexactas”, mientras que las actas reflejan “fielmente” el desarrollo de las sesiones y el sentido y la justificación del voto de cada uno de sus miembros.
Tras estas duras críticas, Conthe insistió en comparecer en el Congreso para explicar los motivos de su dimisión, que presentará al Gobierno “llegado el momento”, y anunció que en ella pedirá la dimisión del vicepresidente de la CNMV, Carlos Arenillas, aunque no explicó porqué.
“Lamento profundamente” que el ministro de Economía “haya perdido la confianza en mi, yo por el contrario sigo teniendo plena confianza en él, como persona y como ministro”, dijo Conthe en una declaración a la prensa -en la que no admitió preguntas- tras su intervención en unas jornadas en la que dejó patente que mantiene el buen humor al ironizar sobre su relación con el Ejecutivo.
Conthe defendió la independencia de la CNMV del Gobierno y consideró que aunque la confianza del Ejecutivo en el presidente de la CNMV es “de ordinario conveniente”, no resulta precisa en casos excepcionales, sobre todo cuando la “política industrial” del Gobierno entra en “potencial conflicto” con las normas del mercado.
“La CNMV no puede servir a dos señores”, subrayó Conthe, que señaló que, en un régimen democrático, la independencia del organismo sólo es legítima si rinde cuentas y es fiscalizada y controlada “por los representantes de la soberanía nacional, el Parlamento”.
“La independencia exige control ante el Congreso pero no ante el Gobierno”, reiteró Conthe, que añadió que las decisiones de la CNMV deben ser “tan transparentes y públicas como sea legalmente posible” para que el secreto y la confidencialidad sólo sirvan para salvaguardar derechos de los ciudadanos “y no para impedir que la opinión publica pueda conocer los fundamentos” de las mismas.
Consideró que la tensión ocasional entre el Gobierno y la CNMV, “es dolorosa y produce confusión a corto plazo, pero puede ser muy fructífera para acrecentar la confianza en el mercado de valores y su capacidad para atraer inversión extranjera”.
Por su parte, el portavoz adjunto del grupo parlamentario popular, Vicente Martínez Pujalte, pidió la dimisión de todos los miembros del actual Consejo de la CNMV y propuso que la nueva dirección del organismo supervisor sea nombrada por una mayoría cualificada del Parlamento.
Anteriormente, el secretario ejecutivo del PP, Miguel Arias Cañete, expresó su apoyo a Conthe -del que en ocasiones anteriores pidió la dimisión- y dijo que su petición de dar explicaciones al Congreso es de “absoluta higiene democrática”.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, dijo que Conthe “no cumplía con su función fundamental” al frente de la CNMV y señaló que la situación que ha creado “no es razonable, ni sensata ni responsable”.