MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
La Reforma financiera que aprobó el viernes el Gobierno de Mariano Rajoy pasará hoy la prueba de fuego en los mercados, después de que las primeras reacciones de la UE y el Fondo Monetario Internacional hayan sido positivas, pese a que los analistas siguen considerándola insuficiente.
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, ha dicho que constituye una “respuesta eficaz a las vulnerabilidades del sistema”, mientras que el vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha asegurado que se trata de “un plan muy convincente para garantizar que España tenga un sector bancario resistente y viable, lo que es una condición necesaria, aunque no suficiente, para volver a un crecimiento sostenible”.
El Gobierno se ha marcado como objetivo garantizar la solvencia y la ausencia total de dudas sobre las entidades, y para ello ha tejido una “red de seguridad” sobre la banca española que deberá destinar otros 30.000 millones de euros para provisionar créditos al sector inmobiliario y promotor sanos que aún no registran incidencias de pago.
Las provisiones por deterioro de valor en la cartera de crédito promotor se han elevado del 7% contemplado en el decreto de febrero al 30% del total de alrededor de 122.000 millones de euros que están al corriente de pago.
“Se actúa con contundencia y decisión sobre los activos no problemáticos del sector promotor y constructor”. Son las palabras del ministro de Economía, Luis de Guindos, tras la aprobación este viernes en el Consejo de Ministros de la segunda reforma financiera en los últimos tres meses.
De Guindos ha concretado que se obligará a la banca a provisionar el 52% de los 25.000 millones de préstamos destinados a financiar suelo y otro tanto del crédito sin garantía real (18.000 millones). Asimismo, se exigirá una cobertura de un 29% para los 16.000 millones en promociones en curso y el 14% para aquellas terminadas, que alcanzan un importe de 61.000 millones.