Los 202 barcos incluidos en el listado llamado flota artesanal canaria ya no podrán pescar más tuna o patudo (Thunnus obesus), la más descargada por los pesqueros locales junto al bonito del norte (Thunnus alalunga), tras haber agotado su cuota de 223 toneladas para la campaña iniciada el 5 de febrero. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha resuelto el cierre precautorio de la pesquería a partir de las 23.00 horas de este 31 de marzo, tras haber comenzado el 5 de febrero febrero de este año.
“La situación es espeluznante, dramática y estamos abocados a la miseria”, ha afirmado Vicente Rivero, presidente de IslaTuna, organización de productores de atunes y pesca fresca de Tenerife, y uno de los afectados. Solo ha podido faenar durante algo menos de dos meses para capturar “unas cuatro toneladas” de una especie que considera “vital” para la supervivencia del subsector. En un año normal, Rivero dice que sus capturas se sitúan entre las 10.000 y 20.000 kilos.
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno regional ha comunicado en una nota la decisión del Ministerio, que califica como una demostración de “la insuficiencia de las posibilidades de pesca de patudo asignadas a la flota canaria por parte del Estado” y a su vez ha mostrado su preocupación por “el complicado escenario actual”. El director general de Pesca del Gobierno regional, Carmelo Dorta, ha lamentado esta situación “previsible ante una cuota insuficiente” y dice que no se puede revertir, porque la flota artesanal canaria ya no podrá pescar más esta especie en lo que resta de campaña.
La Dirección General de Pesca asegura que tan solo 85 de los más de 200 barcos de la flota artesanal han podido capturar tuna. También 14 de los 18 barcos atuneros cañeros que fueron incluidos en la lista de la también denominada flota polivalente tras las negociaciones de 2019 para los dos años siguientes, y entre las que se encuentra el barco Margarita de Rivero.
En la orden ministerial que regula la pesquería de la tuna en España, publicada el 28 de abril de 2020, se fijó que, de las 7.604,35 toneladas de patudo asignadas a España (1.811 menos que en 2019), a las Islas le correspondían en total 2.421 toneladas: unas 223 para la citada flota polivalente y 2.198 toneladas para los atuendos cañeros, que ya han capturado “unas 600 toneladas”, según Rivero, quien cree que dentro de dos meses también estarán amarrados en el muelle al haber agotado la cantidad asignada. “No va a significar nada”, afirma.
Se decidió separar ambas en base a diferentes porcentajes que establecían la dependencia de la especie de cada barco, con el objetivo de aumentar la cuota, pero el criterio perjudicó a buques que se destinan de forma exclusiva a la pesca de atún y cuya economía depende en “más de un 50%” del Thunnus obesus, explica Rivero.
En 2019 se produjo una situación similar, pero se pudo solventar permitiendo la modalidad de pesca olímpica y de modo conjunto para todas las toneladas asignadas a Canarias. Pero esta vez, el director general de Pesca dice que no será posible porque según explicó a este periódico, “en un momento determinado de 2020 se rompe ese acuerdo dentro del subsector”.
El presidente de IslaTuna explica que entre los marineros “hay una incertidumbre tremenda” y un sentimiento de orfandad ante la administración: “No sabemos qué hacer ni a quien dirigirnos, el director de Pesca ha hecho una gestión desastrosa. No acertó en las negociaciones para la orden ministerial y este es el resultado”, sentencia. “Estamos abocados al hambre. Las consecuencias son dramáticas y no hay expectativas de mejorar”, lamenta Rivero.