Pudo haber sido mejor pero también peor, aunque se puede decir que, según la opinión de los que más pescan túnidos en las islas, la decisión final adoptada por el Ministerio de Pesca se considera aceptable para la flota atunera cañera con base en las islas, formada principalmente por embarcaciones de bajura que solo se dedican a la captura, prácticamente todo el año, de las especies de túnidos más valoradas que cruzan el Atlántico cerca del archipiélago: atún rojo o Thunnus thynnus; atún blanco, barrilote o bonito del norte, Thunnus alalunga, y la tuna o el llamado patudo en la Península, Thunnus obesus, todas ellas especies capturados con el sistema nacional de cuotas.
Esta vez le ha tocado el turno a la tuna o Thunnus obesus, en su denominación científica, pues es a este gran pelágico al que afecta la reapertura de la zafra a partir de las 00.00 de este 1 de agosto (jueves), una decisión ya adoptada por el Ministerio de Pesca tras comprobar cuál era, hasta las 24.00 del 27 de junio pasado, el consumo o descarga de esa especie según la cuota asignada a España para 2019 en el Atlántico norte (decisión del ICCAT y de la UE), que es de 9.415 toneladas.
Hay que recodar que Madrid cerró de forma precautoria la actividad extractiva de la tuna el 28 de junio pasado, a las 00.00, hasta este miércoles, de lo que resultó que las flotas cerquera y artesanal de bandera española que habían capturado esa especie habían consumido unas 8.000 toneladas del umbral máximo permitido (9.415).
Comprobado ese extremo, el Ministerio consultó al sector extractivo acerca de cómo repartir en torno a 1.400 toneladas sobrantes. Hecha esa consulta, desde Canarias se mostraron dos opiniones bien distintas y una de ellas incluso sorprendente: por un lado, estuvo la alegación conjunta de las dos únicas organizaciones de productores de la pesca existente en Canarias, Islatuna en Tenerife y Optuna en Lanzarote, que reclamaron a Madrid que el restante de 1.400 toneladas, a capturar a partir de las 24.00 de este miércoles, solo fuera para uso de los atuneros cañeros, casi todos con base en las islas.
En cambio, y por muy sorprendente que parezca, el escrito de petición remitido por la Federación Regional de Cofradías de Pescadores de Canarias, con Fernando Gutiérrez de presidente hasta hace muy poco, ahora ya dimitido pero con funciones de portavoz en esa entidad, solo pidió el 50% de las 1.400 toneladas en principio disponibles. Pueden ser algo más debido a que la cifra aún no ha sido confirmada de manera oficial por el Ministerio.
Ese hecho, que la Federación Regional pidiera menos a Madrid que lo que el Ministerio ya ofrecía en su borrador de reparto a los canarios (el 75%), o si se prefiere a los atuneros cañeros, fue valorado con un “no dejamos de hacer el ridículo” por algunos armadores profesionales de la pesca del atún radicados en las islas.
Estos se echaron las manos a la cabeza tras descubrir la estrategia de la Federación Regional y subrayaron las grandes contradicciones en el discurso del principal portavoz de los pescadores artesanales en Canarias, Fernando Gutiérrez. Sobre Gutiérrez pesa hoy en día un proceso de reintegro de subvenciones concedidas en su etapa de presidente regional de las cofradías y un proceso judicial por una causa ajena a la actividad pesquera.
Así las cosas, al final Madrid ha mantenido su reparto inicial, que “no es el peor para Canarias” (más crítico hubiera sido abrir el consumo restante de pesca sin reservar toneladas por flotas, lo que se hizo con las primeras 8.000) y consiste en dar el 25% de las casi seguro 1.400 toneladas restantes, unas 350, a los buques cerqueros congeladores en posiciones al sur de las islas y unas 1.050 a los atuneros cañeros, casi todos barcos con base en puertos de Canarias.
Si Canarias lograra llevar a las bodegas de sus embarcaciones esas 1.050 toneladas, junto a lo ya capturado de las 8.000 toneladas previas al cierre precautorio de las 24.00 del 27 de junio, estaría por debajo de su promedio anual de capturas para esa especie, que se sitúa muy por encima de las 4.000 toneladas.
Las capturas de las 1.400 toneladas se inician a partir de las 00.00 de este 1 de agosto, con lo que se puede decir que los artesanales isleños vuelven a salir de puerto con más opciones de pesca. Ahora tocar hacer o rehacer las manchas, agrupar los cardúmenes bajo el barco de pesca y mantenerlo ahí con el intercambio de pesqueros: salen los llenos y relevan los vacíos.
La Federación Regional habla de “trato arbitrario”
Pese a lo ya explicado acerca de lo pedido a Madrid por la Federación Regional de Cofradías de Pescadores de Canarias, esta entidad profesional ha acusado este miércoles “al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de dar un trato arbitrario a la flota canaria en la regulación de la pesca de la tuna o patudo (Thunnus obesus), que emplea anualmente a más de 200 barcos en las islas”.
La tuna, informó la agencia Efe citando una nota de la reseñada Federación Regional, es el túnido de mayor relevancia para la flota pesquera canaria respecto al peso de sus capturas totales de grandes pelágicos en comparación con las demás especies y en cuanto a los ingresos económicos que aporta al sector.
Sin embargo, se dice en el mismo comunicado, “la reducción de la cuota española de tuna desde 2016, originada principalmente por la sobrepesca industrial, está teniendo como ”inmerecida víctima“ a la flota pesquera canaria ”ante la pasividad“ del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Así, la captura de tuna “tuvo que detenerse en los meses de noviembre y diciembre de la pasada campaña por falta de cuota”, lo que se ha repetido este mes de forma provisional y ha afectado de lleno a la actividad de la flota canaria, que ha visto impedida su actividad tradicional desde el 28 de junio al 31 de julio.
Por ello, la citada Federación critica que el Gobierno central no haya regulado un plan de pesca nacional basado en criterios históricos, socioeconómicos y medioambientales para la gestión racional de esa especie, como obliga la normativa española y la europea.
Las cofradías advierten de que, “además del gran daño producido al sector pesquero canario por la interrupción de la pesquería en todo el mes de julio”, el 75% de la cuota nacional restante será de nuevo insuficiente para el sostenimiento de la actividad de la flota atunera del archipiélago (hay que destacar que la Federación pidió al Ministerio en sus alegaciones a la norma borrador el 50%) hasta el finar de la campaña de 2019, pues se deberá compartir con otras flotas con menos tradición histórica que la flota canaria y para las que la tuna es una simple especie de pesca accesoria o accidental.