''Lo llamativo es que salió talio en los análisis''

La médico intensivista que trató a Laura A.G desde la fecha de su último ingreso (el 5 de julio) hasta su muerte (el día 12 del mismo mes) en la UMI del hospital Insular de Gran Canaria aseguró, durante una nueva sesión del juicio sobre el caso talio, que en vista de los síntomas cambiantes que presentaba la paciente, que “hacían pensar que podría haber una intoxicación por metales pesados”, decidió solicitar un análisis de metales pesados.

Un tipo de análisis que se pide “raramente” y por ello, la doctora tuvo que consultar qué muestras debía tomar para enviarlas a un laboratorio de Madrid. Relató que tuvo conocimiento de los resultados el día 12, un día después de la muerte de Laura A.G., y que la especialista con la que habló se mostró sorprendida por la presencia de talio en los análisis de la paciente. “Lo llamativo es que salió talio”, aseguró.

La médico afirmó que la paciente presentaba disociación electromecánica, es decir, que el corazón de Laura A.G. latía, pero no era capaz de bombear sangre. Descartadas las patologías que la producen, este hecho les hizo pensar “en la acción de tóxicos, bien por medicamentos o por veneno”.

Otra testigo, médico de urgencias del mismo centro hospitalario, aclaró que al ser dada de alta a finales de junio, Laura A.G. tenía un “posible diagnóstico” de una enfermedad hereditaria. Los padres de la paciente, al ser preguntados por esto, negaron que existiera alguna enfermedad hereditaria en la familia.

La intensivista que trató a Laura A.G. aseguró que los padres estaban “desesperados” y querían que fuera trasladada a un centro sanitario de la península. Algo que no sucedió porque la paciente “no estaba en condiciones de ser trasladada”.

Durante los interrogatorios, el letrado de la defensa nombró a varios profesionales que atendieron a la paciente pero que no han sido citados a declarar dejando entrever su malestar, como hizo en la segunda sesión, por algunas cuestiones del procedimiento.

Parte judicial

En vista de que Laura A.G. no evolucionaba de la manera esperada por los médicos y que se encontró medicación no pautada en el resultado de sus análisis, el hospital solicitó un parte judicial.

“Nosotros no sabemos de lo que ha muerto Laura”, afirmó la facultativa, que insistió en diversas ocasiones en la sintomatología cambiante e “inexplicable” que presentaba la paciente.

Un bulto en el flanco izquierdo

Como ya ocurrió en sesiones anteriores del juicio, varios testigos confirmaron que Laura A.G. tenía “un bulto en el flanco izquierdo”. Lo que no queda claro es si fue provocado por pinchazos. “No nos cuadraba. Parecía líquido, no podía ser celulitis”, afirmó la intensivista.

Lo que confirmaron los testigos es que existían rumores acerca de si Iván R.A podría estar suministrándole medicación a su esposa. “Se oían comentarios. Había cosas extrañas”, relató una enfermera compañera del acusado. Afirmó que Iván R.A, estando Laura A.G. dada de alta, le dijo que si podía darle un glucómetro del hospital, pero que se negó a dárselo “por si pasaba algo”.