El buque perforador Atwood Achiever contratado por la compañía australiana Pura Vida para llevar a cabo las prospecciones petrolíferas frente a la costa de Marruecos - a unos 220 kilómetros de Canarias - dejará de perforar el pozo MZ-1 (Mazagan 1) tras no haber encontrado petróleo.
La empresa señala en un comunicado publicado en su página web el martes que ha llegado a una profundidad de 6,150 metros bajo el nivel del mar y que los resultados preliminares han sido negativos, por lo que la embarcación, que este miércoles se encontraba trabajando en la zona, tiene previsto iniciar los trabajos de sellado del pozo y abandonar el mismo.
Aunque la compañía no ofrece de momento datos de los costes de la operación, sí que asegura haber obtenido información valiosa para seleccionar la localización de un segundo pozo, en el que confía comenzar a trabajar antes de septiembre de 2016, según queda estipulado en el permiso del que participan Pura Vida, la americana Freeport-McMoRan y la oficina de hidrocarburos y minas marroquí.
Sin embargo, la compañía señala un retraso en el inicio de los trabajos, después de que PXP Marruecos BV, filial de la operadora Freeport-McMoRan Oil & Gas cancelara el acuerdo con Kosmos Energy Ventures en base a la bajada de tarifas registrada en el mercado y con el fin de contratar a otro buque a un precio menor.
El director general de Pura Vida, Damon Neaves, ha felicitado al operador por haber completado la perforación del pozo MZ-1 de forma “segura y eficiente”.
El responsable de la Oficina de Acción Global del Cabildo de Lanzarote, Ezequiel Navío, ha señalado a Canarias Ahora que las prospecciones que se llevan a cabo frente a la costa de Marruecos han mantenido el mensaje lanzado en su momento por el Gobierno de España y la petrolera Repsol de “hacer ver que el vecino las iba a llevar a cabo”.
Una estrategia, a su juicio, ya que según recuerda el estado alauí lleva más de cuarenta años taladrando su litoral desde Tánger hasta el Sáhara y haciendo concesiones a compañías petroleras.
Navío señala que desde la Administración insular lanzaroteña se pide al Ejecutivo central que vigile que las operaciones que se llevan a cabo en la plataforma continental marroquí se ajustan a la legalidad e informe de las mismas y, llegado el caso, adopte las medidas necesarias.