Sin restar mérito al intento de democratizar el proceso de designar candidato a la Presidencia del Gobierno que ha puesto en marcha el Partido Socialista Canario-PSOE, el debate a tres protagonizado por Carolina Darias, Gustavo Matos y Patricia Hernández ha pecado de los mismos males que estas confrontaciones dialécticas tienen en toda España.
Pactados los tiempos y los turnos, con preguntas a la carta expuestas por miembros de los distintos equipos de los pre candidatos, con un moderador que se limita a ser cronometrador de los segundos que ocupan hablando los intervinientes, sin posibilidad de ser cuestionados por los medios de comunicación, es difícil que haya una verdadera confrontación de ideas y el intento de debate se quede solo en exposición de motivos.
Si a eso se une que los tres contendientes son de un mismo partido, y que en el fondo comparten el ideario ideológico, el diagnóstico y la solución de los posibles problemas, es casi prácticamente imposible discernir las diferencias existentes en el trío de ases que se ha dado cita en el Hotel Escuela de Santa Cruz de Tenerife para intentar convencer a las 17.000 personas que el próximo 19 de octubre elegirán al cabeza de cartel del PSC.
Sin contar las pequeñas puyas entre ellos (casi sin que los dardos dejen cicatriz) a cuenta de que si Matos ejerce su profesión desde hace 17 años (Darias le espetó que “espero que no quieras decir que algún candidato no está preparado”) o si éste no ha apoyado al pequeño y mediano comerciante (Matos increpó a Hernández que no se presentasen enmiendas en el Congreso a la Ley del PP), se puede asegurar que las espinas de la rosa socialista fueron podadas y que el puño no impactó en zonas vitales de alguno de los contendientes.
Discrepancias sutiles
Con todo, algunas discrepancias se han deslizado sutilmente durante las dos horas que ha durado el encuentro entre Darias, Hernández y Matos. Este último es el que, haciendo bueno que es el único que no tiene poderosos padrinos en el aparato regional del PSC, más se ha desmarcado de las políticas llevadas a cabo en los últimos cuatro años.
“Canarias no funciona, ha fracasado como sociedad y hemos sido incapaces de evitarlo”, “no merece la pena estar desdibujados en el Gobierno de Canarias”, “hay que salir a por la Presidencia, no a por la Vicepresidencia”, pueden ser dos de las frases más críticas con los actuales dirigentes y miembros del Ejecutivo socialistas.
Hernández no quiso quedarse atrás en su apuesta por presentarse como parte del nuevo PSOE y asumió que los políticos deben “reaccionar dando soluciones rompiendo con las viejas formas y haciendo una nueva política que ponga a las personas en el centro para lograr mejorar sus vidas”.
Una “visión catastrofista” que no ha compartido Darias (que tiene colgado a su pesar el cartel de ser la candidata del aparato) porque “es verdad que hay dificultades, pero también hay ganas y talento para sacar Canarias adelante, por ejemplo, mirando hacia África como foco de oportunidades”
Esa mirada africana posibilitó otra divergencia, esta vez entre Darias y Hernández, ya que ésta avisó del peligro de “quienes quieren invertir en África los beneficios fiscales que consiguen en Canarias, posibilitando así que siga existiendo pobreza, paro y desigualdad” en las Islas.
Hernández y Matos también se enzarzaron a cuenta de la propuesta de la primera de modificar la Prestación Canaria de Inserción (PCI) para que nadie se quede sin ingresos. “Para gobernar no sólo hace falta tener ideas, sino también contar con financiación para ponerlas en marcha”, dijo el director general de Comercio, proponiendo una tasa turística de 70 céntimos para conseguir engrosar las arcas autonómicas.
“Hay que plantar cara al fraude fiscal y laboral, ya que así no haría falta subir los impuestos”, aseguró Darias mientras Hernández insistió en “la necesidad de redistribuir la riqueza”, pues el sistema fiscal canario “ha permitido que en estos años se multiplique por tres el número de ricos” mientras se incrementaban las personas en el umbral de la pobreza.
Petróleo no, ¿y el gas?
Ninguno de los candidatos ha apostado por el petróleo (Matos con camiseta reivindicativa incluida puesta sobre el atril) pero la oposición al gas no fue tan contundente, ya que el director general de Comercio considera que este combustible puede servir como complemento a las energía limpias.Quizás porque tiene el apoyo de Francisca Luengo (la consejera que apuesta por implantar el gas en las Islas en un mix energético) Matos se comprometió a conseguir que la generación eléctrica por energías renovables en Canarias “debe alcanzar el 50%” en el año 2020, mientras que el otro 50% restante sea con el gas.
“Ese mix debe estar condicionado a la potenciación de las energías renovables. No al gas y si al sol, al viento, a la fuerza maremotriz. El gas debe disminuir en tanto se incrementen las energías limpias, tomando como ejemplo Gorona del Viento”, contestó Darias.
“Son económicamente rentables, no debe ser solo una reivindicación ecológica, pero su inversión y beneficios deben socializarse para que no sean objeto de nueva especulación”, apuntó Hernández.
¿Pactar con quién?
Los tres pre candidatos aseguraron que salen a ganar y a conseguir la mayoría absoluta (lo que es imposible con el vigente sistema electoral), aunque conscientes de la improbabilidad de la gesta, asumieron que habrá que coaligarse.
Aquí también existieron diferencias casi imperceptibles. Darias dejó claro que con el PP no hay nada que hacer, Hernández puso el muro en “la derecha” (no especificó si considera a CC parte de ese espectro ideológico) y Matos cerró la puerta a los conservadores, pero solo en lo que se refiere al Ejecutivo regional, ya que “hay que flexibilizar los pactos en cascadas” para que no pase lo que en La Palma, El Hierro o Tacoronte, donde hay socialistas expedientados por no suscribir acuerdos con los nacionalistas.
Poco más dio de sí el encorsetado debate, salvo para constatar que tanto Darias como Hernández o Matos se consideran a sí mismos como el “cambio” que necesita el PSC para poner en marcha políticas “cercanas a la gente” y una forma de gobernar “por y para” las personas en un “tiempo nuevo” que hará “temblar” al PP.
La última palabra la tendrán el domingo los simpatizantes y militantes que designen cual de los tres es el más adecuado para “recuperar la credibilidad de la ciudadanía”, ganarse “la voluntad” de la gente con el fin de poner en marcha su “entrega absoluta a las personas” desde la Presidencia del Gobierno de Canarias.