Canarias es la comunidad donde más creció el reciclaje de envases metálicos, con más de 7.000 toneladas recuperadas en 2013, el triple que en 2011.
En el Archipiélago el reciclado de todo tipo de envases ligeros aumentó el 33% en 2013 y con una calidad de un 40% superior a la media nacional, ha informado este lunes a Efe el director de la asociación nacional Latas de bebidas, Miguel Aballe, en la presentación de la exposición Cada lata cuenta.
Esta muestra, ubicada en el Museo de la Naturaleza y el Hombre de Santa Cruz de Tenerife y organizada por la asociación de latas de bebidas con la colaboración del Cabildo de Tenerife, expone de una manera didáctica el significado y relevancia del reciclado de latas de bebidas y su posterior utilización para la fabricación de nuevos envases u objetos de uso diario.
En las plantas de Canarias hay dieciséis separadores magnéticos para acero y siete para aluminio, además de 9.300 contenedores amarillos donde reciclar las latas, destaca la muestra en los paneles informativos.
En estos contenedores amarillos, además de latas, también pueden depositarse envases de plástico y bric, detalla la muestra, que también resalta que en las islas hay más de 700 empresas autorizadas para recoger, transportar y almacenar envases metálicos y diez de ellas están autorizadas para procesarlos.
Asimismo, la muestra consta de varios paneles donde se explica la historia de los metales y de los envases metálicos, las posibilidades de reciclado, las fases de éste y, además, se pueden ver productos obtenidos con acero y aluminio reciclado, como una bicicleta o un fragmento de carril de ferrocarril.
Esta información se complementa con un vídeo Historia de una lata de bebidas, que muestra de una manera divertida el recorrido de una lata desde la primera vez que se consume hasta que se recicla y se vuelve a transformar en metal y vuelve al circuito de consumo como una nueva lata.
También hay una instalación artística llamada El cuerno de la abundancia, elaborada con latas usadas y balas de tipo industrial, que muestra una alegoría de cómo el metal vuelve a regenerarse para formar nuevos productos.