El balance de los incendios forestales que afectan al sur de Australia ha alcanzado los 200 muertos, mientras la Policía sigue rastreando entre los restos de las zonas más castigadas del Estado de Victoria.
“El balance ha aumentado de 189 a 200 muertos”, declaró una portavoz policial, que no precisó dónde fueron encontrados los últimos cadáveres.
Las autoridades han abierto una investigación sobre los incendios, que fueron aparentemente intencionados y que desde el pasado 7 de febrero han arrasado varias ciudades al norte de Melbourne. El primer ministro australiano, Kevin Rudd, ha calificado esta tragedia de “asesinato en masa”.
Un hombre ha sido acusado de “incendio intencionado con resultado de muerte” por uno de los incendios, que causó 21 muertos. En Victoria, este delito está castigado con entre dos y 15 años de cárcel, que puede subir a 25 en caso de muerte. Estos incendios suponen la mayor tragedia natural en Australia desde hace 110 años.