EL CAIRO, 5 (Reuters/EP)
El enviado especial de Naciones Unidas y de la Liga Árabe a Siria, Lajdar Brahimi, ha instado al Consejo de Seguridad a aprobar una resolución sobre el país basada en la Declaración de Ginebra, que aboga por crear un Gobierno interino en el que no haya figuras que puedan torpedear la transición de poder.
“Es importante que la Declaración de Ginebra se transforme en una resolución del Consejo de Seguridad para que pueda convertirse en un proyecto político real”, ha dicho Brahimi, tras reunirse con el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, y el secretario general de la Liga Árabe, Nabil Elarabay, en El Cairo.
El enviado especial ha subrayado la necesidad de acordar una solución política a la crisis siria, ya que “no hay una solución militar”, advirtiendo de que, de lo contrario, “la crisis siria se extenderá a los países vecinos”.
Por su parte, el jefe de la diplomacia rusa ha considerado que no es necesaria otra resolución del Consejo de Seguridad sobre Siria, aunque ha reiterado el respaldo del Kremlin a la Declaración de Ginebra.
“No necesitamos otra resolución del Consejo de Seguridad, porque solamente serviría para continuar con el derramamiento de sangre en Siria”, ya que aumentaría la inestabilidad en el país ante la posible caída del Gobierno de Bashar al Assad, ha argumentado.
Además, ha criticado que se culpe exclusivamente al régimen sirio de la masacre. “Desafortunadamente, hay países que suscribieron la Declaración de Ginebra que solamente hablan con la oposición y que la animan a luchar hasta la victoria, lo cual tiene consecuencias muy negativas”, ha apuntado.
El secretario general de la Liga Árabe, por su parte, ha criticado que la falta de acuerdo entre los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad --Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China-- haya impedido la adopción de una resolución capaz de zanjar la crisis siria.
Rusia y China han vetado continuamente las resoluciones del Consejo de Seguridad para condenar la violencia del régimen sirio y amenazarle con el capítulo siete de la Carta de Naciones Unidas, que autoriza desde la imposición de sanciones hasta una intervención militar.
El pasado jueves, el Gobierno chino, tras reunirse con Brahimi, propuso un alto el fuego por fases y región por región y la creación de un gobierno de transición para poner fin a la escalada de violencia en Siria.
Desde que comenzó el conflicto sirio, en marzo de 2011, más de 20.000 personas han muerto por los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y las rebeldes, según Naciones Unidas. El Ejecutivo atribuye gran parte de las víctimas a los grupos terroristas.