Reuniones inéditas, como la de Condoleezza Rice con su colega sirio, la de los jefes de las diplomacias británica e iraní o la de este último con el ministro de Exteriores saudí, centraron el verdadero interés de políticos y periodistas. La foto más esperada del fin de semana, la de Rice con el iraní Manuchehr Mottaki, aún no se ha producido y la reunión podría finalmente celebrarse este viernes, día en que los países vecinos de Irak celebran la llamada “reunión ampliada” con los países del G-8 y los miembros permanentes del Consejo de Seguridad.
Estados Unidos se entrevistó al menos con uno de sus archienemigos en Oriente Medio, Siria, una reunión que se produjo “a petición de EEUU”, según dijo a Efe el ministro sirio de Exteriores, Walid al Muallem. Una hora estuvieron reunidos los dos ministros para hablar “sobre Irak y las relaciones bilaterales”, dijo Al Muallem, que negó que la cuestión libanesa hubiera sido tratado en las conversaciones.
El ministro dijo que Rice pidió a Siria “mayor cooperación para la seguridad en Irak”, en supuesta referencia a la tradicional acusación estadounidense de que Siria tolera la infiltración de terroristas desde su territorio hacia Irak. En contrapartida, el ministro pidió a Rice “mejorar las relaciones bilaterales para servir a la seguridad y la estabilidad en Irak y la región”, dijo el ministro a Efe, sin entrar en más detalles.
Fuentes sirias dijeron que Siria ha querido dar muestras de flexibilidad ante EEUU al renunciar a la exigencia de un calendario de la retirada de tropas extranjeras de Irak y aceptar además la fórmula federal para Irak. Estas mismas fuentes dijeron que Siria ha pedido a cambio, en una reunión previa celebrada el miércoles entre altos funcionarios de ambos países, que EEUU abandone su exigencia de interrogar a altos responsables sirios por el crimen del ex primer ministro libanés Rafic Hariri, perpetrado en febrero de 2005.
Reunión tras la crisis de los 15 militares británicos
La segunda entrevista que más expectación levantó fue la de la jefa de la diplomacia británica, Margaret Becket, con su colega iraní, que sucede a la grave crisis entre ambos países del mes pasado por la detención de quince soldados británicos, arrestados en aguas del Golfo Pérsico y retenidos durante dos semanas en Irán.
Muy diplomática, Becket dijo que sus discusiones con Mottaki habían sido muy constructivas, y que en ellas ambos países habían mostrado “el mutuo convencimiento de la posibilidad de mejorar las relaciones bilaterales”. Sin embargo, fuentes de su delegación dijeron que el mensaje de Becket había sido que había un antes y un después del arresto de los militares británicos, y que un incidente así no se podía olvidar fácilmente, por lo que exigiría que Irán dé muestras de buena voluntad.
Becket se negó a contestar si en la entrevista con Mottaki había evocado el polémico programa nuclear iraní, que los países occidentales consideran que sirve para que Irán se procure armas atómicas. Mottaki también se había reunido poco antes con su colega de Arabia Saudí, el país con el que Irán se disputa el papel de potencia regional y con el que está enfrentado por su papel en Irak: Irán pasa por ser el principal apoyo de los chiíes iraníes, mientras que los saudíes están quejosos por la supuesta discriminación de los suníes iraquíes.
Y así, entre tanto movimiento diplomático entre bambalinas, las cuitas de Irak pasaron desapercibidas y el foro sirvió para poco más que un intercambio de buenos propósitos. La condonación de la deuda, uno de los principales objetivos del gobierno iraquí, apenas se plasmó en 30.000 millones de dólares de los 140.000 que penden sobre el gobierno de Nuri al Maliki.
Disputas sobre la muerte del líder de Al Qaeda
Por otro lado, la organización radical Estado Islámico de Irak negó este jueves la muerte del dirigente de la asociación, Abu Omar al Bagdadi, anunciada durante la tarde por el gobierno iraquí, mientras confirmó el fallecimiento de Muharib Abdelatif al Yuburi. El Estado Islámico de Irak, una alianza de ocho grupos radicales, entre los que se encuentra al Qaeda en ente país, hizo este anuncio mediante un comunicado en Internet, cuya autenticidad no ha podido ser verificada.
“Confirmamos a la comunidad islámica que Abu Omar al Bagdadi vive entre nuestros hermanos en el Estado Islámico de Irak”, aseguraron. El documento de esta organización agregó: “Al mismo tiempo anunciamos la muerte del jeque y combatiente por la guerra santa Muharib Abdelatif al Yuburi, portavoz del estado, en un combate con las fuerzas ocupantes estadounidenses con otros cuatro de nuestros hermanos”.
Tanto el gobierno iraquí como las fuerzas estadounidenses anunciaron este jueves la muerte de al Yuburi, responsable de información del grupo. Sin embargo, sólo las autoridades iraquíes informaron de la muerte de al Bagdadi, un suceso sobre el que los norteamericanos mostraron sus reservas.
Las tropas estadounidenses en Irak aseguraron que Muharib Abdelatif al Yuburi, murió en una operación militar de EEUU cerca de Tayi, 30 kilómetros al norte de Bagdad. Por otro lado, el ejecutivo iraquí afirmó que al Yuburi era otro nombre utilizado por el máximo responsable del Estado Islámico de Irak, Abu Omar al Bagdadi.
El portavoz del Ministerio de Interior, Abd al Karim Jalf, mostró en una rueda de prensa unas fotografías del cadáver que supuestamente corresponden a “una persona identificada como Muharib Abdelatif (Al Yuburi)” y agregó que Abdelatif era el propio Abu Omar al Bagdadi, un extremo no confirmado por los norteamericanos y que ahora niega el propio Estado Islámico de Irak. Sin embargo, lo que sigue estando poco claro son las circunstancias en las que se ha producido su muerte.