La franja de Gaza podría pasar en semanas a depender por completo de la ayuda humanitaria, que actualmente ya alimenta a un 80% de su población, advirtió este jueves la Agencia de la ONU para el Socorro a los Refugiados Palestinos (UNRWA).
“Gaza corre el riesgo de convertirse virtualmente en cien por cien dependiente de la ayuda, en una comunidad aislada y cerrada en cuestión de meses, o incluso semanas, si continúa el actual régimen de cierre” de los pasos fronterizos, aseguró el subcomisario de la UNRWA, Filippo Grandi, en rueda de prensa en la ciudad de Gaza.
Grandi pidió “a las autoridades palestinas, a Israel y a las demás partes implicadas” que “den inmediatamente los pasos necesarios” para reabrir el paso comercial de Karni, que permanece cerrado desde que Hamas se hizo con el control de la franja el pasado 14 de junio.
La apertura de este paso, que conecta Israel con el este de la franja, a “importaciones, exportaciones y bienes humanitarios” es “lo único que permitirá sobrevivir a lo poco que queda de la economía de Gaza”, subrayó en línea con las demandas de diversas ONG y organizaciones internacionales.
Desde que Hamas ganó las elecciones legislativas de enero de 2006, Israel ha reforzado sus medidas de seguridad respecto a Gaza, principalmente por medio del cierre de los pasos.
El responsable italiano puso como ejemplo que la UNRWA “se ha visto obligada a detener todos sus proyectos de construcción -por valor de unos 93 millones de dólares (67 millones de euros)- porque no ha podido importar suficientes materiales de construcción”.
Grandi pidió por ello a los líderes políticos en Gaza, Ramala -sede del Gobierno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP)- e Israel que “reconsideren los resultados de sus decisiones” dada la “situación humanitaria, que se está deteriorando gravemente”.
“Las consecuencias de no hacerlo serían desastrosas: una atmósfera de desesperación y desesperanza en la que resultaría fácil que arraigue el extremismo”, sentenció.