López Aguilar teme la desmovilización del electorado en las europeas

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

El eurodiputado del PSOE Juan Fernando López Aguilar no oculta su preocupación por la desmovilización que percibe a unos meses de las elecciones del 25 mayo, aunque él no se resigna que al Parlamento europeo “más poderoso de la historia” lo vote solo un 35%: “Sería un escándalo”.

En una entrevista con Efe, el exministro asegura que la decisión del PSOE de que esta vez encabece la candidatura al Parlamento europeo Elena Valenciano, en lugar de él, no merma su compromiso, ni le aparta de la idea de que las elecciones del 25 de mayo ofrecen “la última oportunidad de restaurar el modelo social europeo, de rescatar a Europa” y de reorientar la gestión de la crisis.

“Esto no lo vamos a solucionar pegándole una patada al tablero de la política, lo tenemos que solucionar actuando políticamente, pero con otra política. No lo vamos a solucionar solo en una sentada en la Puerta del Sol, ni insultando a los políticos en internet, lo tenemos que solucionar también votando”, argumenta.

López Aguilar subraya que, por ello, piensa que “sería un escándalo democrático” que, ante “esta oportunidad de cambiar el rumbo desastroso en el que ha estado toda la UE estos seis últimos años, quizás la última, vaya a votar el 35% de la gente”.

El político grancanario reconoce que en estos años ha visto “mucha indignación, mucho enfado contra los políticos”, pero defiende que puede decir “con la cara alta que no es verdad” que todos los políticos sean responsables de esta crisis. “Ni mucho menos que todos lo seamos por igual”, apostilla.

“A rebufo de esta crisis se han desatado en Europa los peores instintos antieuropeos: el nacionalismo ramplón y egoísta y el populismo, que es el nuevo revestimiento de la extrema derecha, de la política del odio al diferente, al extranjero, al vecino e, incluso, al europeo que padece más dificultades, notoriamente el odio a los europeos del sur por parte de los que se sienten ganadores en el reparto de sacrificios de esta crisis”, denuncia.

López Aguilar recalca que hace cinco años él ya advirtió que el votante español no podían seguir pensando en Europa como en “el cajero automático de los fondos estructurales”, sino como un ámbito donde se deciden cuestiones que le atañen de forma directa y que, en ese momento, amenazaba con caer “en una crisis sin precedentes”.

Y eso es “exactamente lo que ha pasado”, añade, que “la hegemonía conservadora ha impuesto un manejo de la crisis abyecto y perverso, profundamente antisocial, muy injusto, que ha empobrecido a las clases medias y a los trabajadores”.

El candidato socialista precisa que esta crisis “no la han causado los políticos, la han causado la desregulación financiera y la codicia especulativa de los llamados mercados”, pero insiste en que para salir de ella se requiere “un cambio de mayorías”.

López Aguilar llama a al electorado progresista a trastocar con su voto esa correlación de fuerzas, a pasar factura “a esa mayoría de comisarios conservadores, con el ejemplo insoportable de Olli Rehn (el titular de Economía), que no solo ha impuesto un recetario socialmente insoportable que ha hundido a los países en estos padecimientos, sino que además pretende que se sientan culpables”.

“El alejamiento de las urnas de los europeístas se traduce en una sobrerrepresentación de los antieuropeos y de los eurófobos. Esto ya pasó en 2009 y amenaza con empeorar en 2014. ¿Podemos permitirlo? Mi respuesta es no y por eso estoy en campaña”, dice.

El candidato socialista también considera cruciales estas elecciones para lanzar un mensaje de cambio en España, para “frenar los abusos perpetrados por esta mayoría absoluta del PP”.

López Aguilar acusa al Partido Popular de haber impulsado una “ominosa amnistía fiscal para los defraudadores”, de “haber puesto todo el aparato del Estado al servicio de los corruptos” y de haber “perpetrado, con el pretexto de la crisis, zarpazos a las libertades como se había visto en España desde la muerte de Franco”.

El político grancanario asegura que acepta la decisión del PSOE de que no repita como cabeza de lista.

“Yo manifesté mis ganas, pero el partido decide. Con toda la naturalidad lo encajo y seguiré trabajando con el mismo entusiasmo. Elena Valenciano es ahora la cabeza de lista de todos los socialistas y, por lo tanto, también es la mía”, dice.