Miembros de las fuerzas de seguridad de Irak, implicados en atentados

BAGDAD, 16 (Reuters/EP)

Al menos 45 miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes están implicados en los atentados que tuvieron lugar la semana pasada en la capital iraquí, Bagdad, y que terminaron con la vida de al menos 112 personas, según anunció este miércoles el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki.

Al Maliki ha afirmado que no permitirá que los atentados de los insurgentes influyan sobre los comicios, y confirmó que al menos 45 miembros de las fuerzas de seguridad están implicados en el atentado del 8 de diciembre.

“La red es grande, 24 proceden de un brazo de las fuerzas de seguridad de Irak, otros trece de otro y ocho o nueve de otro”, aseguró Al Maliki durante una rueda de prensa en la que no detalló a qué brazo de las fuerzas de seguridad pertenecen los implicados.

El primer ministro ha prometido una recompensa de cerca de 85.500 dólares a cualquiera que avise al Gobierno de que se va a producir un atentado con coche bomba antes de que se produzca. La recompensa “implicará a los ciudadanos a la hora de apoyar a los servicios de seguridad y remediará sus deficiencias”, indicó.

Al Maliki también aseveró que los atentados no retrasarán la retirada estadounidense --se espera que las tropas de combate se retiren el próximo junio de las zonas urbanas-- y repitió que no alterará los planes para terminar las operaciones de combate el 31 de agosto de 2010. “En cuanto al efecto de estas operaciones en la retirada, no lo tendrá en absoluto. La retirada se ha definido con un calendario”, aseguró el primer ministro.

Hay una sospecha generalizada en Irak de que los milicianos se están infiltrando tanto en la Policía como en las Fuerzas Armadas, órganos que podrían estar aceptando sobornos para permitir a los insurgentes aumentar los ataques o que pueden estar operando en secreto con los milicianos para dañar así a Al Maliki de cara a las elecciones del próximo 7 de marzo.

Los comentarios de Al Maliki añaden una nueva dimensión a las investigaciones de los atentados del 8 de diciembre, de los que el Gobierno culpó a la red islamista Al Qaeda y a los miembros del partido Baath. Algunos analistas creen que las maniobras políticas entre los diferentes grupos étnicos y sectarios de Irak antes de los comicios de marzo han dado a los insurgentes una oportunidad para llevar a cabo ataques con un impacto mayor.