Las operaciones del Ejército israelí continuaron este lunes en Gaza, donde cuatro milicianos palestinos fallecieron en un ataque aéreo. Mientras, en Sderot una mujer israelí murió en un ataque palestino con cohetes que coincidió con la visita a esta ciudad del sur de Israel del alto representante de la Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea (UE), Javier Solana.
La visita de Solana a Sderot, formulada por invitación de la ministra israelí de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, estuvo marcada por la caída de cohetes lanzados desde Gaza y las protestas de los vecinos que siguieron a la comitiva gritando: “!queremos seguridad!”. “La situación es muy mala”, dijo Solana al entrar en el centro comunitario de la Municipalidad de Sderot donde mantuvo la entrevista con Livni, y añadió que hay que tratar que la violencia no siga aumentando.
Solana advirtió a los palestinos de que “no deben tratar de conseguir sus derechos legítimos mediante la violencia” y a Israel le dijo que “debe mostrar proporcionalidad en su respuesta”. Livni describió a Solana la situación que vive Sderot y la calificó de “insostenible e intolerable”.
Señaló que en esta zona se vive bajo un constante ataque y afirmó que esto no se justifica desde que Israel evacuó Gaza, en agosto-septiembre de 2005.
“Esto le debería pasar a sus hijos”
Al menos siete cohetes artesanales Al Kasam cayeron este lunes en la zona de Sderot durante la visita de Solana, uno de ellos a un centenar de metros del lugar de la reunión.
El alto representante comunitario no oyó las explosiones porque aún se encontraba en la carretera cuando cayó la mayoría de los cohetes que impactaron en Sderot, pero dijo entender la reacción de la gente. No obstante, señaló que la Unión Europea no es responsable de lo que ocurre, sino todo lo contrario.
“No dejéis que pase Solana, esto le debería pasar a sus hijos. Hoy es Sderot, mañana será Ashkelon (ciudad cercana más importante), pasado mañana Jerusalén. Quieren echar a los judíos al mar”, gritaba el medio centenar de manifestantes, la mayoría jóvenes, que se congregaron ante el centro municipal. También profirieron insultos contra Livni, a la que calificaron de “vergüenza de ministra que debería dimitir” y expresaron el deseo de que a sus hijos les pase lo mismo que a los niños de Sderot.
Solana fue preguntado sobre la oportunidad de desplegar una fuerza internacional a lo largo de la frontera de Gaza con Egipto y contestó que “esto lo deben solicitar las partes” y que no cree “que se dé el entorno para ello”.
“Asesinatos colectivos”
La tensión, en efecto, ha seguido subiendo entre Israel y los palestinos. Mientras la Yihad Islámica -a la que pertenecían los milicianos que murieron en el ataque israelí de este lunes tras “cumplir una misión sagrada”, el lanzamiento de cohetes- advertía de que la venganza será sonada, Israel anunciaba que intensificará los “asesinatos selectivos”.
El ministro israelí de Infraestructuras, Benjamín Ben Eliezer, reiteró este lunes lo que ya habían anunciado otros responsables gubernamentales: que Israel no distinguirá entre milicianos y responsables políticos de los grupos. El ataque más mortífero de Israel desde que empezó la actual campaña en Gaza, que causó nueve muertos, tuvo lugar el domingo contra las casas de dos diputados del movimiento islamista Hamás, aunque no se ha confirmado que fueran los objetivos.
Según el Centro Palestino de Derechos Humanos, desde el miércoles pasado, cuando se intensificaron los disparos palestinos desde Gaza, la aviación israelí ha matado a 23 residentes de la franja, nueve de ellos civiles, y herido a 86, 31 de éstos también civiles. Las fuerzas armadas israelíes tienen carta blanca para impedir el lanzamiento de cohetes, que causan más ruido que víctimas mortales -la de hoy fue la primera desde el mes de noviembre-, pero que mantienen en constante zozobra a la población de 38 localidades vecinas a Gaza.
El brazo armado de Hamás también ha dado carta blanca a sus milicianos para atacar objetivos israelíes, incluso mediante atentados suicidas en el territorio reconocido del Estado judío, un fenómeno que prácticamente había desaparecido en los últimos años. El jefe del Gobierno palestino y líder de Hamás, Ismail Haniye, y el presidente de la ANP, Mahmud Abás, de Al Fatah, exigieron hoy una intervención urgente de la comunidad internacional para convencer a Israel de que suspenda los ataques aéreos.
Livni pidió también el auxilio de la comunidad internacional, pero para que cese el lanzamiento de cohetes. En Sderot, la policía tuvo que forcejear con los manifestantes para que Solana y Livni pudieran abandonar el centro donde se habían reunido.