JERUSALEN, 22 (EUROPA PRESS)
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, hizo llegar el pasado fin de semana a la Casa Blanca su rechazo a la petición que le había hecho el presidente estadounidense, Barack Obama, de que se congelara la construcción de nuevas viviendas en los asentamientos en Jerusalén Este, según informa este jueves el 'Wall Street Journal' y se ha confirmado desde la oficina del dirigente hebreo.
Obama se reunió con Netanyahu el pasado 23 de marzo en la Casa Blanca en un intento por conseguir la reanudación de las conversaciones de paz entre israelíes y palestinos, y aunque no se ha revelado el contenido de lo discutido ese día, sí se sabe que una de las peticiones estadounidenses fue que se congelen los planes para construir en Jerusalén Este, según las fuentes consultadas por el 'WSJ'.
Desde ese encuentro las conversaciones entre Washington y Tel Aviv han permanecido prácticamente congeladas, hasta que, según el diario, el pasado fin de semana el Gobierno israelí dio a responsables de la Casa Blanca su respuesta negativa a la petición trasladada por Obama.
Fuentes de la oficina de Netanyahu confirmaron al diario israelí 'Haaretz' que éste ha rechazado congelar la construcción de nuevas viviendas en el asentamiento de Ramat Shlomo. Su construcción se anunció coincidiendo con la visita a Israel del vicepresidente norteamericano, Joe Biden, y después de que palestinos y árabes hubieran expresado su conformidad con la propuesta estadounidense de conversaciones indirectas entre las partes.
Responsables estadounidenses señalaron al 'WSJ' que Washington no cree que esta postura de Netanyahu suponga el fin de las negociaciones, ya que el primer ministro hebreo ha accedido a casi una docena de medidas que podrían llevar a retomar el diálogo. Entre estas medidas figura la liberación de prisioneros palestinos en cárceles israelíes, la llegada de bienes a la Franja de Gaza y la retirada de más controles de carretera en Cisjordania.
Asimismo, el Gobierno israelí también dijo que se comprometería a ampliar el área de responsabilidad de las fuerzas de seguridad que operan en Cisjordania, así como a discutir cuestiones concretas como las fronteras o el estatus de Jerusalén en cualquier nueva ronda de conversaciones con los palestinos, ya sean directas o mediante un mediador estadounidense.
LA CASA BLANCA PODRÍA FIJAR UN CALENDARIO
Por otra parte, el 'Wall Street Journal', afirma que responsables de la Administración Obama han discutido en las últimas semanas la posibilidad de que la Casa Blanca fije sus propios puntos de referencia y calendario para el proceso de paz si los esfuerzos actuales para reanudar las conversaciones fracasan.
No obstante, las fuentes consultadas por el rotativo aclararon que una medida de este tipo no es inminente y subrayaron que Washington confía en que israelíes y palestinos accedan voluntariamente a retomar las conversaciones directas.
Según las fuentes estadounidenses, el Gobierno israelí ha estado trasladando su posición a través del consejero para Oriente Próximo de la Casa Blanca, Dennis Ross, en ocasiones 'puenteando' al enviado especial estadounidense para la región, George Mitchell. Esta decisión ha sido interpretada por algunos en la Administración Obama como un intento de marginar a Mitchell en favor de Ross, que ha defendido la cooperación de Washington con Netanyahu en lugar de la confrontación.