El primer ministro israelí, Ehud Olmert, ordenó este domingo que siga la ofensiva en Gaza y aseguró que “están cerca” los “objetivos” marcados en la franja, donde en las últimas horas 24 palestinos murieron en bombardeos y combates.
Olmert precisó que “hemos tenido logros impresionantes en la operación contra la organizaciones terroristas” pero “hace falta más paciencia, determinación y valentía” para alcanzar la meta de “cambiar la realidad de seguridad en el sur” de Israel.
“No debemos echar a perder en el último minuto el esfuerzo nacional sin precedentes que se ha logrado de restaurar el espíritu de unidad del pueblo de Israel. Los israelíes, principalmente los del sur, deben tener la paciencia y la voluntad para ello”, agregó.
El primer ministro israelí hizo esta declaración después de que altos mandos militares citados por medios locales pidieran al gobierno que decida entre negociar un alto el fuego o lanzar la “tercera fase” de la ofensiva, con la movilización de más tropas de infantería para reforzar las operaciones terrestres en Gaza.
Esos altos mandos del Ejército advirtieron de que las fuerzas israelíes que ya han entrado en Gaza no pueden quedarse eternamente en la franja a la espera de una decisión porque se convierten en blanco estático para las milicias palestinas; “no pueden quedarse de pie y esperar. Necesitan moverse”, explicó un oficial .
Los bombardeos y combates han continuado entretanto en la franja, donde los cadáveres de doce milicianos palestinos fueron hallados a primera hora de la tarde en un barrio periférico de la ciudad de Gaza después de intensos tiroteos con soldados y tanques israelíes, según fuentes médicas y testigos.
Los grupos armados palestinos hicieron frente a las tropas israelíes, que -apoyadas por unidades mecanizadas- penetraron en el barrio de Sheij Aylín, en la capital de la franja, y los cadáveres pudieron ser rescatados una vez que se habían retirado los soldados israelíes.
El hallazgo eleva a veinticuatro el número de palestinos muertos hoy, después de que seis civiles perdieran la vida en el bombardeo de su vivienda en Beit Lahia, en el norte de Gaza, y otros seis corrieran la misma suerte en distintos ataques en otros puntos de la franja.
La aviación israelí atacó esta madrugada unos sesenta objetivos, entre ellos una mezquita de Rafah, en el sur de la franja, que según el ejercito israelí era utilizada por los grupos armados como arsenal, así como la vivienda de Ahmed Yabri, el jefe de las Brigadas de Ezedín Al Kasam, brazo armado del movimiento islamista Hamás, que controla Gaza desde junio de 2007.
Yabri, como el resto de lideres de Hamás, se encuentra en la clandestinidad desde el inicio de la operación israelí “Plomo Fundido”, que a primera hora de la tarde de su decimosexta jornada había causado ya en Gaza 878 muertos -la mitad de ellos civiles- y más de 3.500 heridos, según Moawiye Hasanein, jefe de los servicios de emergencia en la franja palestina.
Por parte israelí, el recuento oficial cifra en una quincena los muertos, entre militares y civiles, y en cientos los heridos.